Municipios serranos vivieron un fenómeno inusual que cubrió la región de blanco
Por Abraham Camacho | Corresponsal
Luego de 17 años sin registrar la caída de aguanieve, comunidades de la Sierra, la Huasteca y la región Otomí-Tepehua, en el estado de Hidalgo, experimentaron un fenómeno que tiñó de blanco sus paisajes. Este evento, vinculado al frente frío número 24, sorprendió a los habitantes y activó medidas de protección en la zona.
La última ocasión en que se reportó una nevada similar fue en 2008. Ahora, con temperaturas que descendieron hasta los -3 grados centígrados en municipios como Acaxochitlán, Tenango de Doria, Agua Blanca y Tlanchinol, las autoridades estatales determinaron la suspensión de clases en las áreas más vulnerables.
En respuesta a las condiciones extremas, la instalación de refugios temporales fue otra medida implementada. Esto buscó brindar resguardo a las personas en situación de calle, mientras los habitantes de las comunidades afectadas aprovechaban para compartir imágenes de su entorno cubierto de aguanieve.
Paisajes invernales que despertaron nostalgia
Durante la noche del martes, usuarios de redes sociales inundaron sus perfiles con videos y fotografías de la caída de aguanieve. En localidades como Zacualtipán de Ángeles, varios habitantes compartieron imágenes de automóviles y viviendas cubiertos con una fina capa de hielo.
Algunos vecinos, emocionados por el inusual panorama, escribieron mensajes en los parabrisas de sus vehículos y capturaron momentos que rápidamente se hicieron virales. Este fenómeno despertó nostalgia entre los residentes, muchos de los cuales no habían presenciado un evento similar en casi dos décadas.
En paralelo, en el estado de Veracruz, los habitantes de Las Vigas de Ramírez, cerca de Xalapa, también vivieron una nevada histórica que cubrió la región del Cofre de Perote.
Suspensión de clases y medidas de prevención
Ante la baja de temperaturas, la Secretaría de Educación Pública de Hidalgo decidió suspender actividades escolares en las zonas serranas. Esto incluyó planteles de los municipios más afectados, donde las condiciones climatológicas representaban un riesgo para los estudiantes.
El fenómeno, que combinó la caída de aguanieve con un descenso drástico en la temperatura, generó paisajes únicos y resaltó la vulnerabilidad de las regiones altas ante el cambio climático.
Impacto en la región serrana y más allá
La Sierra de Huayacocotla, ubicada entre los estados de Hidalgo, Puebla y Veracruz, también reportó la presencia de aguanieve. Este evento resaltó las interconexiones climáticas de la región y la necesidad de medidas coordinadas para mitigar sus efectos.
En Xalapa, las nevadas alcanzaron niveles históricos, cubriendo seis municipios aledaños al Cofre de Perote. Habitantes y autoridades coincidieron en la importancia de estar preparados para futuros eventos similares.
Fenómeno que pone en alerta a las autoridades
Las bajas temperaturas no solo afectaron a Hidalgo y Veracruz. Este frente frío se extendió a otras partes del país, evidenciando los retos climáticos que enfrenta México.
Ante el panorama, el gobierno estatal de Hidalgo reiteró su compromiso de brindar apoyo a las comunidades más afectadas. La pronta instalación de refugios y la suspensión de clases reflejaron un esfuerzo por priorizar la seguridad de la población.
Preocupación por los efectos del cambio climático
Organismos locales y expertos señalaron que este fenómeno podría ser un indicador del impacto del cambio climático en las dinámicas climáticas del país. La caída de aguanieve, aunque sorprendente, refuerza la necesidad de políticas públicas para enfrentar estos retos.
Un llamado a la solidaridad y la prevención
Los habitantes de Hidalgo, Veracruz y Puebla subrayaron la importancia de mantener la solidaridad durante este tipo de fenómenos. Las redes sociales no solo sirvieron para compartir imágenes, sino también para difundir información útil y solicitar apoyo en tiempo real.
El regreso de la aguanieve después de 17 años dejó una marca en la memoria de los habitantes de Hidalgo. Las imágenes de paisajes blancos y la movilización comunitaria reflejaron la resiliencia de estas regiones frente a un clima impredecible. –sn–

