El gobierno mexicano implementa medidas para garantizar refugio y atención a connacionales deportados
Por Margarita Hernández | Corresponsal
Un grupo de 36 hombres deportados desde Estados Unidos arribó este lunes al albergue federal instalado en el salón “Flamingos” de Tijuana, Baja California. Esta acción forma parte del programa impulsado por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum, cuyo objetivo es brindar apoyo integral a los repatriados.
Los connacionales fueron recibidos inicialmente en las oficinas del Instituto Nacional de Migración (INM) ubicadas en la garita El Chaparral. Ahí se les ofreció la opción de regresar por su cuenta o acogerse al programa de atención federal.
Posteriormente, se coordinó su traslado al albergue mediante taxis de la ruta Centro, identificados por sus colores blanco y dorado. Las autoridades señalaron que este proceso busca garantizar un tránsito seguro y ordenado para los migrantes.
En el albergue “Flamingos”, personal del INM y elementos de la Guardia Nacional les proporcionaron orientación y acceso a un espacio temporal, diseñado para atender sus necesidades inmediatas. Esta medida es parte de una estrategia que prioriza la protección y el bienestar de los deportados.
Un espacio seguro y digno
El ahora albergue “Flamingos” tiene como objetivo principal ofrecer refugio temporal en condiciones seguras para quienes han sido deportados desde Estados Unidos. La intención es que los migrantes puedan evaluar sus opciones antes de tomar decisiones sobre su futuro.
Algunos de los repatriados compartieron sus historias, marcadas por intentos fallidos de cruce y múltiples deportaciones. Uno de ellos, originario de Guanajuato, afirmó que esta es su cuarta deportación y que planea seguir intentando cruzar la frontera para reunirse con su familia.
Un programa con visión humanitaria
El gobierno federal ha subrayado que esta iniciativa responde a la creciente necesidad de atención a los migrantes en situación de vulnerabilidad. Según las autoridades, el objetivo es ofrecer un entorno seguro mientras los deportados consideran sus opciones, ya sea regresar a sus lugares de origen o buscar alternativas.
La presidenta Claudia Sheinbaum señaló que este programa también busca reforzar la colaboración interinstitucional para garantizar una atención integral y respetuosa de los derechos humanos de los migrantes.
Historias de resiliencia y esperanza
Muchos de los migrantes han relatado experiencias difíciles en su intento por cruzar la frontera. La mayoría ha enfrentado condiciones adversas, tanto en el trayecto como al ser detenidos por las autoridades estadounidenses.
Uno de los repatriados, originario de Oaxaca, comentó que dejó a su familia en México para buscar mejores oportunidades económicas. A pesar de su deportación, expresó su esperanza de algún día lograr su objetivo y mejorar la calidad de vida de sus seres queridos. –sn–

