La funcionaria impulsará la pena de muerte y una estrategia especial contra el fentanilo

SN Redacción | Agencias

La nueva fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, asumió el cargo este miércoles tras ser confirmada por el Senado. En su primer día al frente del Departamento de Justicia, anunció medidas que modificarán el enfoque de las agencias de seguridad.

Entre sus primeras decisiones, instruyó a los fiscales federales a solicitar con mayor frecuencia la pena de muerte y a priorizar casos relacionados con narcotráfico y migración ilegal. La administración de Donald Trump respaldó estos lineamientos como parte de su estrategia de seguridad nacional.

Nuevo enviado especial para México

Fuentes diplomáticas revelaron que Pam Bondi analiza designar un enviado especial para coordinar acciones contra el tráfico de fentanilo en México. La medida buscaría reforzar la cooperación con el gobierno de Claudia Sheinbaum y presionar a las organizaciones criminales.

El plan sigue la estrategia del nuevo gobierno de Trump, que ha nombrado enviados especiales en temas como la guerra en Ucrania y las negociaciones con Venezuela. El representante tendría la tarea de diseñar políticas para afectar la estructura empresarial del narcotráfico.

Estrategia contra el crimen organizado

La administración de Trump pretende declarar a los cárteles como organizaciones terroristas, lo que permitiría extraditar a cualquier persona vinculada con el crimen organizado, sin importar su ubicación. Este enfoque daría a Washington mayor margen de acción contra redes criminales internacionales.

La política también contempla aumentar la vigilancia sobre empresas y redes financieras que faciliten operaciones ilícitas. Fuentes del gobierno estadounidense confirmaron que estas acciones incluirán sanciones económicas y decomiso de bienes.

Purga en el Departamento de Justicia

El nombramiento de Pam Bondi ocurrió en un momento de tensión dentro del Departamento de Justicia. Su llegada coincidió con la destitución de fiscales y agentes del FBI involucrados en investigaciones contra Trump.

Al menos dos docenas de funcionarios fueron removidos de sus cargos en los últimos días. La nueva fiscal general justificó estos cambios argumentando que el Departamento necesita alinearse con las prioridades de seguridad del presidente.

Juramento en la Casa Blanca

El juez de la Corte Suprema Clarence Thomas tomó protesta a Pam Bondi en el Salón Oval. En la ceremonia, la funcionaria estuvo acompañada por su pastor y prometió al presidente que haría que estuviera «orgulloso» de su trabajo.

Bondi mantuvo una relación cercana con Trump desde su primer mandato. En 2020, lo defendió durante su proceso de juicio político y apoyó sus intentos de revertir los resultados electorales. Su llegada al Departamento de Justicia refuerza el control del mandatario sobre las agencias de seguridad. –sn–