Comunidad, identidad, modernidad y amor, en Ciclo de Obras Ganadoras del 31 FITU

Ghetto Gangata: HURAKÁN GANGATA, de CasAzul Escuela de Artes Escénicas y Audiovisuales, del Edomex, cerrará el Ciclo en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón

Por Adriana López | Reportera

Tras la presentación de tres de las obras Ganadoras del 31 Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU), comienza la segunda parte de este ciclo, que se llevará a cabo del 7 de febrero al 2 de marzo, en el Teatro Santa Catarina. Esta parte incluye el estreno de Lo común, un proyecto de La Compañiasauria que surgió como un laboratorio escénico gracias al apoyo del Festival.

También se exhibirán Romeo V Julieta, una reinterpretación del clásico shakesperiano que cuestiona las formas de amar y relacionarnos y El ogrito, una obra sobre la búsqueda de la identidad en la infancia. Además, Ghetto Gangata: HURAKÁN GANGATA, montaje que aborda el impacto de la modernidad, estará en el Teatro Juan Ruiz de Alarcón.

El Ciclo de Obras Ganadoras del FITU reúne las puestas en escena premiadas en la edición 31 del Festival Internacional de Teatro Universitario (FITU). Este festival es una plataforma de apoyo y profesionalización para las juventudes apasionadas por el teatro, además de ser un espacio de construcción colectiva, diversidad e inspiración para las nuevas generaciones. El ciclo comenzó el 16 de enero con las obras: Mirando hacia la nada, La medida y BALLENAS. Que nos lleve la marea o encallemos en la orilla, las cuales se presentaron con sala llena.

Del 7 al 9 de febrero, en el Teatro Santa Catarina, con funciones el viernes y el sábado a las 7pm y domingo a las 6 pm, se estrenará Lo común, una coproducción del FITU, la Cátedra Nelson Mandela de Derechos Humanos en las Artes UNAM y El Horno Teatro estudio. Escrita por José Emilio Hernández y dirigida por Simón Franco, esta obra de La Compañiasauria, compañía ganadora en el FITU 2020, es un ensayo sobre la pregunta ¿cómo vivir en común? En una casa deteriorada, Norma, Aleks, Piña y Ulises, intentan compartir el espacio y los gastos, enfrentando la precariedad económica y laboral.

“Vivir en comunidad es una forma de resistencia contra la lógica individualista de las metrópolis. La obra aborda no solo la precarización económica, sino también cómo esta afecta la vida cotidiana, sometida a una lógica de producción. Los personajes, considerados ‘fracasados’ bajo los estándares del capitalismo, encuentran en la vida en común una forma de descubrir valores como la amistad, el descanso y la alegría cotidiana”, explica el director. –sn–