Violencia y narcopolítica ensombrecen elecciones en Oxchuc, Chiapas

Crimen organizado y disputa política ponen en riesgo la democracia en Chiapas

Por Mauro López | Corresponsal

Las elecciones por usos y costumbres en Oxchuc, comunidad tzeltal de los Altos de Chiapas, se realizarían los días 23 y 26 de febrero. Sin embargo, el crimen organizado ya tendría definido a su candidato.

Desde hace años, la narcopolítica ha avanzado en los municipios indígenas de Chiapas, afectando a comunidades tzotziles y tzeltales. La presencia del crimen organizado ha generado violencia, amenazas y desplazamiento.

En este contexto, el Cártel Chamula, un grupo armado con influencia en la región, habría impuesto sus intereses en el proceso electoral. La organización ha expandido su control en varios municipios indígenas.

El crecimiento del cártel comenzó a visibilizarse en 2025, cuando sus integrantes adquirieron vehículos de lujo y armas de alto calibre. Según autoridades federales, el grupo criminal ha generado violencia en la zona desde 2021.

Elecciones en medio del miedo

El presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Chiapas A. C., José Manuel Blanco Urbina, reconoció la complejidad de la elección en Oxchuc. Afirmó que los grupos políticos no han logrado acuerdos y que la población teme represalias.

Recordó que cuando el Instituto Electoral de Chiapas (IEPC) consultó a la comunidad sobre su sistema de elección, muchas personas no acudieron por miedo. Finalmente, la población optó por el sistema de usos y costumbres.

El proceso de selección se realizó a mano alzada en la plaza principal de Oxchuc. Sin embargo, la violencia no disminuyó y los conflictos políticos se mantuvieron en la comunidad tzeltal.

Blanco Urbina aseguró que la imposición de un candidato por parte del crimen organizado marcaría la elección de este año. Consideró que las condiciones para un proceso democrático son inexistentes.

Pese a esto, insistió en la importancia de realizar la votación para evitar el deterioro institucional en el municipio indígena. Advirtió que los pobladores han sido históricamente marginados.

Crimen organizado y el control político

El presidente del Movimiento Cívico por la Democracia, Blanco Urbina, afirmó que el crimen organizado podría definir al próximo alcalde de Oxchuc. Señaló que el candidato de Morena tendría vínculos con estos grupos.

Explicó que la delincuencia organizada maneja los recursos de las campañas políticas en la región. “Las elecciones se ganan con dinero y quienes tienen más recursos son los grupos criminales”, afirmó.

Sostuvo que el gobierno estatal debe intervenir para garantizar un proceso limpio y libre de violencia. Agregó que la seguridad pública en Chiapas ha sido insuficiente para contener el avance del narcotráfico.

Advirtió que, aunque la fiscalía y la Secretaría de Seguridad vigilarán la elección, las amenazas y presiones ya han definido el panorama electoral.

Algunos candidatos han renunciado tras recibir advertencias sobre represalias en caso de postularse. Otros han sido amenazados con la quema de sus viviendas o incluso con la muerte.

Oxchuc, un reflejo de la crisis nacional

El fenómeno de la narcopolítica no es exclusivo de Oxchuc, afirmó Blanco Urbina. Explicó que el crimen organizado ha logrado infiltrar gobiernos municipales, estatales e incluso federales.

“En todo el país hay candidatos impuestos por el crimen organizado. No es solo Morena, sino todos los partidos, porque la delincuencia busca representación en todos los niveles de gobierno”, aseveró.

Explicó que el poder del crimen organizado ha crecido con la falta de atención gubernamental en las comunidades indígenas. La pobreza y la marginación han facilitado la expansión de estos grupos.

Aseguró que en Chiapas, al igual que en otros estados, la violencia política forma parte de la estrategia de los grupos criminales para mantener el control territorial.

Reconoció que el actual gobierno ha implementado medidas de seguridad, pero consideró que son insuficientes. Dijo que la delincuencia organizada mantiene su estructura operativa en la región.

¿Elecciones libres o pactadas?

El 23 y 26 de febrero, Oxchuc votará bajo un clima de violencia e incertidumbre. La comunidad enfrenta un proceso electoral donde la democracia parece estar comprometida.

El crimen organizado ha impuesto su influencia en la política local, mientras que las instituciones de seguridad no han logrado contener su avance.

Los pobladores acudirán a la plaza principal para votar a mano alzada, pero las amenazas podrían definir la elección antes de que inicie el proceso.

Las autoridades estatales y federales han prometido vigilancia, aunque persiste la desconfianza entre la población indígena.

Oxchuc se enfrenta a una elección donde la voluntad ciudadana parece estar bajo la sombra del crimen organizado. La democracia en Chiapas sigue en riesgo. –sn–