Nombramiento de Terry Cole como director de la DEA genera postura firme del gobierno mexicano

Por Paola Ramírez | Reportera

La presidente Claudia Sheinbaum Pardo fijó su postura ante la reciente nominación de Terry Cole como director de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés).

Al ser cuestionada sobre el anuncio por su homólogo estadounidense, Donald Trump, la mandataria aseguró que México mantendrá su soberanía en la relación con la agencia antidrogas.

Sheinbaum sostuvo que la cooperación con los Estados Unidos continuará, pero bajo nuevas condiciones que excluyan cualquier tipo de injerencia en asuntos internos.

“El gobierno de México no permitirá violaciones a su soberanía. Habrá colaboración y coordinación con la Casa Blanca y el Departamento de Estado, pero sin imposiciones”, afirmó.

El martes, Trump expresó su confianza en Terry Cole, a quien describió como un funcionario con experiencia en justicia penal y liderazgo en inteligencia artificial.

El perfil de Terry Cole y la postura de Trump

El presidente estadounidense dio a conocer el nombramiento de Cole a través de la red social Truth Social, donde subrayó la importancia de su experiencia en seguridad.

Cole se graduó del Instituto de Tecnología de Rochester y cuenta con certificaciones en liderazgo de la Universidad de Virginia, la Universidad de Notre Dame y la Escuela Sloan del MIT.

“Juntos salvaremos vidas y haremos que Estados Unidos sea otra vez seguro. ¡Felicitaciones, Terry!”, escribió Trump en su mensaje.

El nombramiento de Cole llega en un contexto de endurecimiento de las políticas antidrogas en Estados Unidos y de presiones sobre México en materia de seguridad.

La DEA ha buscado incrementar su influencia en la región, lo que ha generado tensiones con administraciones mexicanas previas, particularmente durante el gobierno de Andrés Manuel López Obrador.

Relaciones históricas entre la DEA y México

Desde su creación en 1973, la DEA ha trabajado con México en operativos antidrogas que han resultado en la captura de líderes del crimen organizado.

Sin embargo, esta colaboración ha generado controversias por la intromisión de agentes estadounidenses en el país, lo que ha derivado en restricciones a su operación.

Durante el sexenio de López Obrador, la relación se volvió aún más tensa tras el arresto del exsecretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos, en Los Ángeles en 2020.

México consideró que la detención violó acuerdos de cooperación y logró su repatriación sin cargos, lo que deterioró la confianza entre ambos países.

En respuesta, el gobierno mexicano promovió reformas que limitaron la presencia de agentes extranjeros en su territorio, incluyendo oficiales de la DEA. –sn–