Las autoridades mexicanas no investigan eficazmente la mayoría de los homicidios, muchos de los cuales son cometidos por el crimen organizado.
Por Martín García | Reportero
Las autoridades mexicanas no están investigando adecuadamente el alto número de homicidios en el país, cometidos en su mayoría por grupos del crimen organizado, señaló Human Rights Watch en un informe publicado hoy.
El informe de 187 páginas, “Doble injusticia: Las falencias del sistema de justicia penal de México en la investigación de homicidios”, examina en detalle las razones de los pobres resultados del sistema de justicia penal de México en las investigaciones de homicidios e identifica formas de mejorar el acceso a la justicia para las víctimas.
“Militarizar la seguridad pública, socavar las garantías de debido proceso y politizar la justicia no ha logrado que los mexicanos estén más seguros ni ha mejorado los pésimos resultados del sistema de justicia penal”, señaló Juanita Goebertus, directora de la División de las Américas de Human Rights Watch. “En lugar de insistir con estas políticas fallidas, la presidenta Claudia Sheinbaum debería abordar el problema central del sistema de justicia penal de México: las prácticas investigativas ineficaces y abusivas de las fiscalías”.
Human Rights Watch entrevistó a cerca de 150 fiscales y policías de investigación de fiscalías estatales, asesores jurídicos de comisiones estatales de víctimas y otros operadores de justicia y expertos en el sistema de justicia penal mexicano en 11 estados, en su mayoría entre enero de 2023 y febrero de 2024. Human Rights Watch también analizó estadísticas públicas sobre el sistema de justicia y presentó más de 300 solicitudes de información a las autoridades estatales y federales.
México ha sufrido tasas de homicidio extremadamente altas durante casi dos décadas. En 2023, la tasa de homicidios de México, de casi 25 homicidios por cada 100.000 habitantes, fue una de las más altas del mundo. Fiscales y analistas independientes estiman que la mayoría de los homicidios son el resultado de conflictos entre y dentro de los grupos del crimen organizado que luchan por el control del tráfico de drogas y otros negocios ilícitos. La gran mayoría de los homicidios se cometen con armas de fuego, que en la mayoría de los casos provienen de Estados Unidos. –sn–

