San Pedro Sula (Honduras), que fue primer lugar mundial durante 4 años consecutivos, salió del ranking.
Por Martín García | Reportero
De las 50 ciudades más violentas del mundo 20 corresponden a México, esto es, el 40%. Asimismo, de las 10 más violentas 7 son mexicanas, y ocupan los lugares dos a seis, además de las posiciones octava y novena, afirmó la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH).
El máximo de ciudades de México en el ranking hasta ahora había sido el año 2019, con 19 ciudades, resaltó en un informe la CMDH.
Por lo demás, no hay que olvidar la manipulación de cifras por parte de autoridades del gobierno mexicano, para simular una incidencia criminal inferior a la real. Aunque ocurrió hace años, el caso más patente de falsificación es el del asesinato de 6 niños y 3 mujeres, familiares de Adrián LeBaron, en el municipio de Bavispe, Sonora, sucedido el 4 de noviembre de 2019. En esa fecha la cifra oficial de víctimas de homicidio, no en el municipio de Bavispe, sino en todo el estado de Sonora fue de 5: cuatro víctimas menos que la registrada en un solo municipio.
Si en un caso que ha tenido resonancia mundial las autoridades mexicanas se atrevieran a falsificar cifras para simular una incidencia criminal inferior a la real ¿de qué han sido capaces respecto a casos menos conocidos? Años después de esos terribles hechos se siguen acumulando evidencias de falsificación de datos, de “maquillaje” de cifras.
En contraste, agregó la agrupación, en 2024 salieron del ranking las ciudades hondureñas de San Pedro Sula y Distrito Central, lo cual es el mayor hito desde que se realiza este estudio periódico. Ambas ciudades por varios años figuraron en los primeros lugares del ranking y San Pedro Sula fue la ciudad más violenta del mundo en forma consecutiva en los años 2011, 2012, 2013 y 2014.
De este modo ya ninguna ciudad de Centroamérica figura entre las 50 más violentas del mundo. La primera ciudad de la región en salir fue San Salvador en 2019 y la segunda fue Guatemala en 2020.
Para obtener estos notables logros los gobiernos respectivos no usaron excusas tales como: la pobreza en sus países, el elevado consumo de drogas en las naciones desarrolladas o que los criminales obtienen armas de Estados Unidos.
Tampoco recurrieron a negociar con los causantes de la violencia, ni siguieron la política de “abrazos, no balazos” o cosa parecida. Estos gobernantes, por el contrario, hicieron algo muy fundamental: aplicaron la ley, cesaron la protección del poder público a los grupos criminales, que incluía el garantizarles impunidad a sus jefes. –sn–

