Los pequeños comercios y las acciones sustentables que promuevan son un pilar fundamental de esta transición.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
La crisis climática es una realidad que afecta a todos los sectores de la sociedad y el pequeño comercio no está ajeno a ella. La cultura de la sustentabilidad es una inteligente necesidad para garantizar la sostenibilidad de las tiendas de barrio en el mercado.
La Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec) imagina un futuro en donde, con pequeñas acciones, los comerciantes puedan transformar sus negocios en espacios sustentables (amigos con el medio ambiente), promoviendo un consumo responsable en sus comunidades.
“El consumo responsable no sólo implica comprar lo necesario, sino también saber comprar, eligiendo productos que generen el menor impacto ambiental posible.
Para una tienda de abarrotes, esto puede significar ofrecer opciones de venta a granel en aquellos productos que lo permiten para reducir el uso de empaques, incorporar proveedores locales para reducir la huella de carbono del suministro y promover productos con embalaje biodegradable que permitan su reciclaje y animen una economía circular de ganar-ganar”, explicó Cuauhtémoc Rivera, presidente de Anpec.
Además, como los clientes también juegan un papel clave en esta transición, la educación sobre consumo responsable promovida desde la tienda con carteles informativos y consejos de consumo pueden promover buenos hábitos entre los consumidores.
Un ejemplo de esto es fomentar el uso de bolsas reutilizables, ofreciendo incentivos a los clientes que las traigan para cancelar el uso de lo desechable , volviendo paulatinamente a la era de lo retornable .
Por otro lado, el manejo sustentable de residuos es uno de los principales retos del pequeño comercio. Una tienda debe implementar estrategias efectivas para el correcto manejo de su basura, como separarla en orgánica e inorgánica con base en tener contenedores que habiliten el reciclaje y buscar hacer sinergia con empresas o asociaciones que se encargan de recoger la basura reciclada: plásticos, cartón, vidrio y metales.
El desperdicio de también alimentos es un problema que puede y debe reducirse con una adecuada gestión de manejo de inventario, evitando sobrecompras y ofreciendo promociones comerciales con descuentos o 2×1 en aquellos productos que estén por caducar que permitan su rápido desplazamiento y consumo antes de que se echen a perder para evitar que terminen en la basura. –sn–

