La cobertura nacional sigue por debajo del umbral recomendado por organismos internacionales y ya se registran nuevas muertes infantiles
Por Gabriela Díaz | Reportera
La cobertura nacional de vacunación infantil en México permanece lejos del nivel recomendado por organismos internacionales, en un contexto donde reaparecen enfermedades prevenibles como el sarampión y la tosferina.
Datos de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición Continua 2023 indicaron que solo el 49.8% de menores de un año recibió el esquema básico completo. En el caso de los infantes de seis años, apenas la mitad concluyó correctamente sus dosis.
En la población adolescente y adulta, la situación también se encontró por debajo de la meta del 95% de cobertura. Esta insuficiencia reflejó una tendencia preocupante que compromete la inmunidad colectiva a nivel nacional.
La falta de esquemas completos generó brotes que afectaron de forma grave a los grupos más vulnerables, en particular a menores sin antecedentes de vacunación reciente.
Sarampión y tosferina
Durante abril, la Secretaría de Salud confirmó 421 nuevos casos de sarampión, de los cuales el 92.4% correspondieron a personas sin esquema de vacunación. El brote representó un retroceso en la erradicación de este padecimiento en México.
De forma paralela, se reportaron 749 casos de tosferina en 15 entidades del país. Entre las víctimas, se contabilizaron 45 defunciones de infantes sin antecedentes de inmunización contra esta enfermedad.
Cynthia Vega, directora de Relaciones Médicas de PiSA Farmacéutica, recalcó que “los beneficios de la inmunización son incuestionables”, al reducir riesgos de complicaciones graves, gastos en tratamientos y muertes evitables.
La especialista consideró urgente retomar el enfoque preventivo. “Hoy más que nunca, necesitamos reforzar la cultura de la vacunación como herramienta fundamental en la salud pública”, señaló.
Efectos de la pandemia
Desde la emergencia sanitaria provocada por la COVID-19, los sistemas de salud enfrentaron múltiples desafíos que provocaron un retroceso en esquemas preventivos. La vacunación infantil quedó rezagada durante dos años consecutivos.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud y el UNICEF, en América Latina dos millones de menores no recibieron la triple bacteriana (DPT) durante 2022, lo que marcó un retroceso sin precedentes en cobertura regional.
La pérdida de inmunidad colectiva favoreció la reaparición de infecciones ya controladas. Autoridades médicas alertaron sobre los efectos de esta omisión, en un contexto de alta movilidad social y resistencia a la vacunación.
“Solo si entre el 85% y 95% de la población está inmunizada, se puede hablar de protección colectiva. Menores cifras derivan en brotes como los actuales”, aseguró la doctora Vega durante una conferencia especializada.
Decisión de vida o muerte
La vacunación infantil representó una de las estrategias más exitosas en la historia de la medicina. Su aplicación redujo de manera significativa los índices de mortalidad por enfermedades transmisibles en todo el mundo.
En México, sin embargo, los niveles actuales están lejos de garantizar protección. Los nuevos brotes pusieron en evidencia la necesidad de reforzar las campañas y mejorar el acceso en zonas marginadas.
La falta de vacunación se vinculó con múltiples consecuencias en edades avanzadas. Complicaciones respiratorias, neurológicas o inmunológicas en adultos pueden tener su origen en esquemas incompletos durante la infancia.
“Una sociedad saludable requiere ciudadanos inmunizados desde temprana edad”, afirmó la directora médica de PiSA Farmacéutica, empresa que ha promovido campañas de sensibilización en distintos estados del país.
Una tarea pendiente
La OMS y el UNICEF exhortaron a gobiernos como el mexicano a tomar medidas inmediatas para revertir las caídas de cobertura. La inmunización no puede seguir postergándose, advirtieron ambas instancias en un comunicado conjunto.
En las zonas rurales, las barreras para acceder a servicios de salud todavía son significativas. Falta de insumos, personal insuficiente y debilidad institucional han mermado los esfuerzos de inmunización en estos territorios.
Pero también existe una creciente reticencia entre sectores urbanos, donde la desinformación y la desconfianza en vacunas se han extendido a través de redes sociales. Esta tendencia amenaza con consolidar una nueva ola de enfermedades prevenibles.
“El verdadero reto está en lograr un compromiso colectivo”, subrayó Cynthia Vega, al insistir en la necesidad de campañas de concientización respaldadas por información verificada, estrategias escolares y liderazgo médico.
Encrucijada sanitaria
Con la reaparición de enfermedades erradicadas, México enfrenta una encrucijada. El país puede avanzar hacia una recuperación total de sus niveles de vacunación, o resignarse a convivir con brotes cada vez más frecuentes.
La inmunización, más allá de una política pública, constituye una decisión ética y colectiva. La protección individual también defiende a los sectores más vulnerables, como bebés, adultos mayores y personas inmunodeprimidas.
PiSA Farmacéutica, como empresa mexicana con enfoque en la salud preventiva, reiteró su compromiso con campañas educativas, abastecimiento de vacunas y mejora en la distribución de biológicos en todo el país.
La urgencia por incrementar la cobertura no admite más postergaciones. El sistema sanitario necesita un esfuerzo concertado entre autoridades, sector privado y ciudadanía para evitar nuevas tragedias. –sn–

