Cuauhtémoc, la alcaldía a la cabeza con mayor número de tiraderos clandestinos

Por Fausto Hernández | Reportero

La alcaldía Cuauhtémoc encabezó la lista de demarcaciones con mayor presencia de tiraderos clandestinos en la Ciudad de México. De acuerdo con la Secretaría de Obras y Servicios (Sobse), tan solo en el primer cuadro del Centro Histórico se contabilizaron 22 puntos ilegales con más de 500 toneladas de residuos recolectados.

Las cifras revelaron que del 10 al 24 de marzo de este año, trabajadores de limpia de Sobse retiraron 505.8 toneladas de basura de estos sitios. Paralelamente, llevaron a cabo el barrido manual de 2,792 kilómetros de calles, una labor titánica frente al incremento de desechos urbanos.

En el mismo lapso, se realizaron tareas domiciliarias para recolectar 592 toneladas de residuos orgánicos. Además, los residuos inorgánicos domiciliarios sumaron 1,060.6 toneladas en apenas dos semanas de operaciones.

La dependencia capitalina precisó que, entre enero y marzo, en Cuauhtémoc se recolectaron 3,569.40 toneladas de residuos orgánicos. Esta cifra evidencia una creciente saturación de desechos en zonas altamente transitadas.

Contaminación urbana y descontrol de residuos

En enero, Sobse reportó el retiro de 1,159.9 toneladas de residuos orgánicos en la misma alcaldía. Durante febrero se acumularon 1,382.4 toneladas y en marzo, la cifra bajó ligeramente a 1,027.1 toneladas.

Por otra parte, los residuos inorgánicos recolectados en el mismo periodo sumaron 6,455.40 toneladas. De ese total, 2,107.90 correspondieron a enero, 2,508.40 a febrero y 1,839.10 a marzo.

En el corredor peatonal Plaza de la Constitución, los trabajadores realizaron la recolección de residuos sólidos por un volumen de 9,219 metros cúbicos. Además, ejecutaron el barrido de 2,716 metros cúbicos.

Otras alcaldías con alta presencia de tiraderos clandestinos incluyeron a Iztapalapa, con 128 sitios; Miguel Hidalgo, con 90; y Venustiano Carranza, con 77. Estas cifras evidenciaron un problema estructural con consecuencias ambientales graves.

Basura e insalubridad en temporada de calor

Durante los meses de calor extremo, los tiraderos clandestinos intensificaron los problemas de salud pública. Las altas temperaturas aceleraron la descomposición de los residuos, generando malos olores y proliferación de plagas.

Raúl Basulto, jefe de la Secretaría de Obras y Servicios, informó que la Agencia Integral de Residuos Sólidos asumirá la responsabilidad del manejo de 12 mil 400 toneladas de desechos diarios. El funcionario subrayó la urgencia de articular esfuerzos con otras instituciones.

A pesar de una reducción reciente en la cantidad de basureros ilegales, el impacto social y sanitario persistió. En promedio, la ciudad elimina 800 toneladas de residuos por día procedentes de estos focos clandestinos.

Solamente en el Centro Histórico, más de la mitad de los desechos recolectados se originaron en estos puntos. Esta situación implicó un reto constante para la administración capitalina y los trabajadores del sistema de limpia.

Consecuencias visibles y omisiones legales

Los tiraderos clandestinos también provocaron obstrucción de drenajes y contaminación visual, afectando el tránsito y la vida cotidiana de los habitantes. La acumulación de cascajo y basura domiciliaria agravó la situación.

De acuerdo con la Ley de Cultura Cívica de la Ciudad de México, arrojar basura en sitios no autorizados constituye una infracción. El Artículo 29 de dicha ley establece sanciones por tirar, abandonar o depositar desechos fuera de contenedores.

Entre las conductas infractoras también se incluye no recoger excremento de animales, abandonar cadáveres de mascotas, dañar o ensuciar fachadas públicas y privadas, entre otras acciones que afectan el entorno urbano.

El Artículo 30 detalla que quienes incurran en estas faltas pueden recibir amonestaciones, multas económicas, arresto administrativo o asignación de trabajo comunitario. Las sanciones buscan generar corresponsabilidad ciudadana.

El desafío de un modelo de gestión integral

Frente a este panorama, Raúl Basulto insistió en la necesidad de robustecer el modelo de gestión integral de residuos. Afirmó que el combate a los tiraderos ilegales requiere medidas simultáneas de control, educación y participación ciudadana.

Además, propuso reforzar la inspección y vigilancia mediante tecnología y colaboración interinstitucional. Las alcaldías, aseguró, deben asumir un rol más activo en la prevención del desecho indiscriminado.

La Agencia de Residuos Sólidos fue instruida para coordinarse con organismos de salud y medio ambiente. Esta estrategia pretende reducir los efectos negativos en la calidad del aire y en los ecosistemas urbanos.

También se contemplaron campañas de sensibilización y sanciones más visibles para quienes infringen la ley. El objetivo consiste en recuperar espacios públicos y garantizar condiciones de vida dignas para todos los habitantes.

Un problema antiguo que exige soluciones actuales

El fenómeno de los tiraderos clandestinos no es reciente. Diversos gobiernos han intentado erradicarlo con políticas de limpieza y reciclaje, pero los esfuerzos han resultado insuficientes sin una participación activa de la sociedad.

Expertos en urbanismo han reiterado que la basura no se origina sola, sino que obedece a un patrón de consumo irresponsable y falta de cultura ambiental. Por ello, las acciones gubernamentales deben ir acompañadas de educación ciudadana.

El Centro Histórico, como patrimonio cultural y turístico, requiere mayor protección frente a la degradación ambiental. El exceso de basura no solo ensucia su imagen, sino que compromete la salud de miles de visitantes y comerciantes.

El reto, concluyó Basulto, no reside únicamente en recoger toneladas de basura, sino en impedir que se acumulen. El futuro de una ciudad limpia dependerá de la coordinación efectiva entre autoridades, ciudadanos y organismos especializados. –sn–