La mandataria llamó a presentar pruebas y defendió la constitucionalidad del nuevo proceso impulsado por el Ejecutivo

Por Paola Ramírez | Reportera

Desde Palacio Nacional, Claudia Sheinbaum defendió el proceso para la Elección Judicial programada para el próximo 1 de junio. La mandataria subrayó que los señalamientos contra aspirantes debían probarse legalmente.

La declaración surgió luego de que el senador Gerardo Fernández Noroña denunció que al menos 20 candidatos al proceso judicial han favorecido a miembros del crimen organizado. Señaló que los señalamientos provienen principalmente de redes sociales.

Durante su conferencia matutina, Sheinbaum Pardo minimizó la proporción de los candidatos acusados respecto al total de participantes. Indicó que sólo representan una fracción mínima de las miles de personas que aspiran a uno de los 881 cargos disponibles.

También aclaró que se investigaría si existió alguna omisión en los comités seleccionadores. De confirmarse irregularidades, el caso quedaría en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF).

Llamado a la legalidad ante la controversia pública

La exjefa de Gobierno reiteró que no basta con acusaciones mediáticas para excluir a los aspirantes. “Primero, son señalamientos en redes sociales, tendrían que demostrarse”, afirmó durante su comparecencia.

Recalcó que el porcentaje de implicados es “muy pequeñito” y se debe indagar si pertenecen a comités federales o estatales. Exigió esclarecer si hubo errores en los filtros institucionales de selección.

Añadió que, de haber pruebas suficientes, los candidatos señalados no deberían asumir cargos, aunque sus nombres ya aparezcan impresos en las boletas. “Si se votara por ellos, no pudieran ser elegidos”, puntualizó.

Recordó que la instancia encargada de resolver estos casos es la Sala Superior del TEPJF, en su calidad de árbitro final de los procesos electorales a nivel nacional.

Reforma electoral bajo fuego político

Para Sheinbaum Pardo, la denuncia contra los aspirantes forma parte de una estrategia para debilitar la reforma electoral promovida por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. “Se está utilizando este tema para desacreditar la reforma”, aseguró.

En su opinión, resulta sospechoso que no se cuestionen los antecedentes de jueces que actualmente están en funciones. Criticó que muchos de ellos han liberado criminales incluso ante pruebas contundentes.

“¿Por qué no se evalúa cuántos jueces han dejado en libertad a delincuentes de cuello blanco y del crimen organizado?”, cuestionó la mandataria. Aseguró que el actual sistema judicial también requiere un proceso de depuración.

Reivindicó la elección de jueces, magistrados y ministros por voto ciudadano como una vía legítima. Afirmó que este mecanismo es más transparente que los esquemas actuales dominados por el nepotismo.

Una apuesta por la participación ciudadana

Para la dirigente nacional, la participación popular en la selección de jueces representa una oportunidad de transformación democrática. Reconoció que el proceso no está exento de fallas, pero lo consideró mejor que el sistema tradicional.

“Todo proceso es perfectible, pero este es más sano que lo que tenemos hoy”, manifestó. Confesó que la reforma judicial impulsada desde el Ejecutivo federal busca combatir la corrupción sistémica en el Poder Judicial.

Aseguró que el método propuesto elimina prácticas como el compadrazgo y fortalece la transparencia. También recordó que esta será la primera vez que se aplica el modelo de elección por voto.

“Siempre es la primera vez que se va a hacer. Siempre es perfectible”, concluyó Claudia Sheinbaum al referirse al proceso en curso. Insistió en que la ciudadanía tiene la capacidad de decidir con responsabilidad.

En medio de la polarización política, la mandataria federal cerró filas con el proyecto de su antecesor. Ratificó su confianza en que las instituciones responderán adecuadamente a las denuncias y a las exigencias sociales. –sn–