La exención de aranceles a autopartes mexicanas coincidió con el cruce de acusaciones entre la presidenta y el expresidente priista
Por Paola Ramírez | Reportera
El expresidente Ernesto Zedillo revivió la polémica sobre el Fobaproa y acusó a la presidenta Claudia Sheinbaum de destruir la democracia en México, mediante una carta que hizo pública este lunes. La respuesta de la mandataria no se hizo esperar y exhibió los abusos cometidos durante el sexenio de Zedillo.
En su misiva, Zedillo Ponce de León aseguró que el actual gobierno solo pretende “distraer la atención de los mexicanos” para ocultar los “daños causados” por el régimen de la llamada Cuarta Transformación.
Afirmó que las acusaciones en su contra carecen de fundamento y forman parte de una campaña de “calumnias, insultos y amenazas” que evade los argumentos reales sobre el deterioro democrático del país.
“El gobierno que encabecé tomó decisiones para evitar la quiebra del sistema bancario, de pagos y de la economía nacional”, subrayó Zedillo en referencia al Fobaproa.
Zedillo defiende el Fobaproa y acusa a AMLO de tropelías económicas
El expresidente explicó que el rescate bancario respondió a una crisis sistémica, no a un acto unilateral. Recordó que la Cámara de Diputados avaló las medidas en un contexto de mayoría opositora al partido gobernante.
Asimismo, refutó los señalamientos de corrupción ligados al Fobaproa, y mencionó que la auditoría correspondiente fue realizada y publicada por la Cámara baja del Congreso de la Unión.
Zedillo también arremetió contra los megaproyectos del expresidente Andrés Manuel López Obrador, como el Tren Maya, la refinería de Dos Bocas y el fallido aeropuerto internacional de Texcoco.
A su juicio, estas obras representaron “tropelías” que han perjudicado las finanzas públicas y no han sido transparentadas en términos de costos ni de beneficios concretos para la nación.
El expresidente acusa a Sheinbaum de encubrir a AMLO y tergiversar la historia
En el mismo documento, Zedillo acusó al gobierno actual de convertir el régimen democrático en una dictadura partidista. Señaló que las recientes reformas a la Constitución consolidan un modelo hegemónico.
“La transformación de nuestra democracia en un régimen despótico se ha inscrito mediante fraudes constitucionales”, denunció.
Criticó también la actuación de la presidenta Sheinbaum Pardo, al afirmar que “su obligación debiera ser defender la democracia, no contribuir a su destrucción”.
Zedillo sugirió que el Ejecutivo actual recurre a ataques personales para evitar rendir cuentas, ocultando los resultados de su gestión bajo discursos ideológicos y revisionismos históricos.
Sheinbaum responde con video de represiones en sexenio de Zedillo
En respuesta, Claudia Sheinbaum proyectó durante la conferencia matutina un video que documentó actos represivos contra pueblos indígenas y movimientos sociales durante el periodo 1994-2000.
La mandataria recordó episodios como las masacres en comunidades rurales y las órdenes de intervención militar para sofocar protestas civiles en los estados del sureste del país.
“Quien fue responsable de una represión ordenada, fue el presidente de la república”, expresó la jefa del Ejecutivo, sin nombrar directamente a Zedillo, pero aludiendo con claridad a su administración.
Indicó que las acusaciones de autoritarismo contra su gobierno se contradicen con la libertad de expresión vigente y la convocatoria permanente al voto libre.
La democracia no ha muerto, afirma Sheinbaum; pide memoria histórica
“Estamos informando desde diversos ángulos. El que escucha y lee debe tomar su propia decisión y ver la historia de México”, dijo Sheinbaum al justificar la divulgación del video en Palacio Nacional.
La mandataria señaló que los señalamientos de Zedillo representan una campaña mediática para desacreditar su proyecto político antes de los próximos procesos electorales.
Aseguró que el pueblo mexicano distingue entre un modelo democrático sustentado en la participación y otro basado en el control y la represión.
“Así como se le acusa a la presidenta de autoritaria por convocar al voto popular, veamos al verdadero autoritarismo que se vivió bajo represión y asesinato de dirigentes sociales”, concluyó.
Las heridas del Fobaproa siguen abiertas
La discusión sobre el Fobaproa reavivó heridas políticas no cerradas desde los años noventa, cuando miles de millones de pesos de deuda privada se convirtieron en pública para “salvar” al sistema financiero.
Aunque el programa fue defendido como necesario para evitar una catástrofe económica, generó un profundo rechazo ciudadano, particularmente en sectores de izquierda.
La crítica a esa política se ha mantenido viva en discursos de líderes como López Obrador, quien ha hecho del Fobaproa un símbolo de lo que considera corrupción sistémica.
Con su carta, Zedillo buscó posicionarse como un defensor del orden institucional, en contraste con lo que considera una deriva populista del gobierno actual.
La polarización crece en la esfera pública nacional
El enfrentamiento verbal entre Zedillo y Sheinbaum refleja la creciente polarización que atraviesa la vida política mexicana. El pasado y el presente se confrontan en discursos encontrados.
Mientras el expresidente exige rendición de cuentas sobre las obras emblemáticas de la 4T, la actual mandataria expone episodios represivos del antiguo régimen para descalificar sus críticas.
Ambas posturas apelan a la memoria histórica, pero desde ángulos opuestos, lo que abre un nuevo capítulo en la disputa narrativa sobre el futuro de la democracia mexicana.
La confrontación seguirá ocupando espacios en la agenda nacional mientras no se resuelvan los temas pendientes de transparencia, justicia y derechos humanos. –sn–

