México, el país más peligroso de AL para ejercer el periodismo: RSF

Por José Víctor Rodríguez | Reportero

México volvió a figurar como el país más peligroso para ejercer el periodismo en América Latina, reveló el más reciente informe de Reporteros Sin Fronteras (RSF), publicado como parte de su Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2025.

El reporte posicionó a nuestro país en el lugar 124 de 180 naciones y territorios evaluados, una caída de tres escalones respecto al ranking del año pasado, en el que ocupó la posición 121.

El documento alertó sobre una «creciente fragilidad del ecosistema mediático» en el país, derivada de la colusión entre autoridades y organizaciones criminales, un fenómeno que pone en riesgo a comunicadores.

Los periodistas que cubren temas de política local o denuncias de corrupción han sido blanco constante de amenazas, atentados y asesinatos que muchas veces quedan impunes.

Ataques sistemáticos y desplazamientos forzados

RSF indicó que la cobertura de asuntos sensibles en regiones dominadas por el crimen organizado representa un alto riesgo, particularmente para reporteros independientes o de medios regionales.

“Son amenazados y, con frecuencia, ejecutados a sangre fría. Algunos son secuestrados y nunca más encontrados”, puntualizó el informe publicado desde París.

Muchos comunicadores, según la organización, se han visto obligados a huir de sus ciudades de origen o incluso del país para resguardar su integridad y la de sus familias.

La situación, indicó RSF, ha convertido a México en una de las zonas más mortales para ejercer el oficio periodístico en todo el mundo, por encima de naciones en guerra.

Crimen y poder político, una alianza peligrosa

La organización advirtió que la alianza entre funcionarios públicos y grupos delictivos ha sido un factor recurrente en la represión contra la prensa.

Desde el año 2000, han sido asesinados más de 150 periodistas en territorio mexicano, mientras que al menos 28 comunicadores siguen en calidad de desaparecidos.

El informe alertó que, pese a la violencia, las estructuras institucionales siguen fallando en ofrecer protección o justicia efectiva a las víctimas y sus familias.

También señaló que muchos casos son clasificados como crímenes comunes, lo que diluye la gravedad del ataque a la libertad de expresión.

Ninguna región se salva de la violencia

De acuerdo con RSF, el riesgo no se limita a zonas rurales o regiones con fuerte presencia del narcotráfico; también se ha extendido a capitales estatales y ciudades medianas.

El asesinato de reporteros ha ocurrido tanto en zonas como Veracruz, Michoacán o Guerrero, como en entidades del norte del país y la propia Cdmx.

El contexto es adverso para el ejercicio informativo, incluso para quienes cuentan con medidas cautelares otorgadas por el Mecanismo de Protección a Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas.

La organización apuntó que dichas medidas son insuficientes o ineficaces en muchas ocasiones, ya que no van acompañadas de investigaciones serias ni de una política integral de prevención.

Sheinbaum, menos agresiva pero no sin críticas

En su informe, RSF contrastó el estilo de la actual presidente Claudia Sheinbaum con el de su antecesor, Andrés Manuel López Obrador, en cuanto al trato hacia la prensa.

Si bien reconoció que ha mantenido un tono menos hostil, la organización refirió que no ha evitado por completo la crítica hacia los medios cuando no coinciden con su narrativa.

“La crítica a la cobertura mediática continúa presente, aunque en una forma más mesurada”, se lee en el documento.

La presión contra los medios, añadió, persiste desde otros frentes, como campañas de desprestigio en redes sociales y ataques digitales coordinados.

Incertidumbre y autocensura dominan el panorama

La intimidación constante ha provocado que muchos periodistas eviten cubrir ciertos temas, como seguridad, corrupción política o crimen organizado.

Esta autocensura ha debilitado la función social de los medios y ha mermado el derecho de la sociedad a estar informada sobre asuntos cruciales.

RSF recalcó que, sin garantías reales de protección, los comunicadores seguirán expuestos a una violencia estructural que inhibe el ejercicio pleno de su labor.

México se mantiene, junto a Afganistán y Siria, como uno de los países con mayores niveles de agresión contra periodistas fuera de un contexto de guerra formal.

Llamado a las autoridades mexicanas

En sus conclusiones, RSF exhortó al Estado mexicano a garantizar las condiciones mínimas para la libre expresión del gremio periodístico en todo el país.

También pidió una revisión integral del mecanismo de protección y un compromiso real con la lucha contra la impunidad en los crímenes contra la prensa.

La organización internacional aseguró que, sin voluntad política, los índices de violencia no solo no disminuirán, sino que podrían agravarse en los próximos años.

El informe instó al nuevo gobierno a colocar la libertad de prensa como un eje central de su política pública en materia de derechos humanos. –sn–