México triplicó su gasto militar en cinco años: Sipri

El país escaló al tercer lugar mundial con mayor incremento presupuestal en defensa, según el Instituto Sipri

Por José Víctor Rodríguez | Reportero

México se posicionó como uno de los países con mayor aumento en gasto militar en 2024, solo por debajo de Israel y Rumania, de acuerdo con el informe “Tendencias del Gasto Militar en el Mundo” del Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (Sipri).

Según el reporte publicado esta semana, el presupuesto mexicano en defensa pasó de 12 mil millones de dólares en 2023 a 16 mil 700 millones en 2024, lo que representó un incremento del 39 por ciento en un solo año.

Este crecimiento ubicó al país en el tercer lugar global con mayor alza presupuestal en temas militares, solo detrás de Israel, que incrementó su gasto en un 65 por ciento, y de Rumania, que lo elevó en un 43 por ciento.

El informe subrayó que el gasto militar mundial creció un 9.4 por ciento en 2024, impulsado principalmente por conflictos en Europa, Oriente Medio y Asia, lo que elevó el presupuesto total a un récord de dos mil 718 billones de dólares.

La Guardia Nacional y Marina absorben el incremento

De acuerdo con Sipri, el aumento en el presupuesto mexicano se debió principalmente a la expansión de la Guardia Nacional (GN) y a la asignación de más recursos a la Secretaría de Marina (Semar).

“El financiamiento a la Guardia Nacional ha crecido de forma constante desde su creación en 2019, lo que refleja una política más militarizada frente al crimen organizado”, sostuvo el organismo internacional.

El documento precisó que el gasto militar en Centroamérica y el Caribe se duplicó entre 2015 y 2024, y creció un 31 por ciento solo en el último año, hasta alcanzar los 19 mil 800 millones de dólares.

México fue responsable de la mayor parte de ese incremento, lo que lo convirtió en el país con mayor crecimiento militar en América Latina durante 2024.

Gasto en defensa, una prioridad del gobierno federal

El informe de Sipri argumentó que el gobierno mexicano ha consolidado el papel de las fuerzas armadas en labores de seguridad, asistencia a programas sociales y control fronterizo, lo que explica la expansión presupuestaria.

Este patrón se ha mantenido incluso frente a otros retos internos, como los rezagos en salud, educación o infraestructura civil, priorizando la inversión en cuerpos armados.

En términos de Producto Interno Bruto (PIB), México destinó el 0.7 por ciento a gasto militar en 2024, porcentaje que se mantiene por debajo del promedio global del 2.5 por ciento, según el mismo reporte.

A pesar de ello, el crecimiento relativo fue uno de los más acelerados del mundo, lo que encendió alertas en círculos académicos y de derechos humanos sobre el rumbo militarista de la administración.

Sipri alerta sobre tensiones geopolíticas y nuevo ciclo armamentista

El análisis advirtió que el gasto militar global alcanzó su punto más alto desde 1988, cuando aún existía la Unión Soviética, lo que refleja un nuevo ciclo de tensiones geopolíticas.

“El crecimiento sostenido del gasto en defensa evidencia un escenario de inestabilidad, donde países como México han optado por fortalecer sus capacidades militares para enfrentar amenazas internas”, señaló el informe.

El gasto per cápita global también se elevó a 334 dólares por persona en 2024, el nivel más alto registrado en las últimas tres décadas.

En contraste, el gasto mexicano por habitante se ubicó en niveles más bajos, aunque el ritmo de incremento proyecta una tendencia al alza para 2025.

Expertos vinculan el alza con proyectos de infraestructura militarizada

Gerardo Rodríguez Sánchez de Lara, académico de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP), afirmó que el aumento está relacionado con la expansión de la Guardia Nacional y con proyectos prioritarios del gobierno federal.

Mencionó específicamente la participación de las fuerzas armadas en el desarrollo del Tren Maya, infraestructura aeroportuaria y obras estratégicas como el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec.

“Si analizamos solo el presupuesto para Ejército, Fuerza Aérea y Marina, México sigue entre los países con menor gasto militar en términos relativos”, puntualizó el también integrante de la Asociación Mexicana de Estudios Internacionales (AMEI).

Rodríguez Sánchez de Lara advirtió que el fenómeno global obedece también a presiones de potencias como Estados Unidos, que exige a sus aliados en la OTAN destinar al menos el dos por ciento de su PIB a defensa.

Las prioridades de seguridad pública cambiarían en el próximo sexenio

Aunque la presidente Claudia Sheinbaum ha mantenido un discurso moderado sobre seguridad, su cercanía con las Fuerzas Armadas genera expectativa sobre el futuro del gasto militar.

Analistas prevén que el próximo Plan Nacional de Desarrollo seguirá privilegiando la inversión en cuerpos militares y equipamiento, más que en el fortalecimiento de policías civiles o modelos comunitarios.

Además, la participación de mandos castrenses en tareas logísticas, salud, construcción y migración refuerza la presencia de las Fuerzas Armadas en la vida pública.

Esa militarización progresiva ha sido cuestionada por organismos de derechos humanos y por instancias internacionales como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

El contexto global condiciona las decisiones internas

El conflicto entre Rusia y Ucrania, así como la guerra en Gaza entre Israel y Hamas, han sido catalizadores del aumento de presupuesto en defensa a nivel mundial.

La guerra híbrida, los ciberataques, la desinformación y la expansión del crimen organizado transnacional impulsaron a varios gobiernos a reforzar sus estrategias militares.

En este entorno, México optó por robustecer su aparato militar para enfrentar fenómenos de violencia local, migración irregular y control territorial de grupos criminales.

Sin embargo, organizaciones como Amnistía Internacional han urgido a reevaluar esta estrategia y a canalizar recursos hacia justicia, prevención y fortalecimiento institucional.

Inversión sin resultados tangibles en reducción de violencia

A pesar del incremento en gasto militar, México cerró 2024 con cifras alarmantes de homicidios dolosos, desapariciones y enfrentamientos armados en varias regiones.

Especialistas han señalado que el enfoque castrense no ha generado mejoras sustanciales en seguridad pública, y por el contrario ha invisibilizado violaciones a derechos humanos.

La falta de rendición de cuentas en la actuación de la Guardia Nacional ha generado preocupación entre organismos civiles y sectores académicos.

Frente a este panorama, las autoridades deberán rendir cuentas sobre la eficacia de los recursos ejercidos y el verdadero impacto de la inversión militar en la pacificación del país. –sn–