La mandataria narró desde Texcoco que el expresidente estadounidense propuso enviar militares al país, pero su gobierno defendió la soberanía nacional como principio inquebrantable

Por Paola Ramírez | Reportera

La presidente Claudia Sheinbaum confirmó que el expresidente Donald Trump ofreció enviar tropas de Estados Unidos a México para combatir al narcotráfico. Reveló que dicha propuesta fue hecha en una llamada entre ambos mandatarios y que su gobierno la rechazó de manera tajante.

Según declaraciones de Sheinbaum, el ofrecimiento del exmandatario estadounidense surgió como un intento de cooperación bilateral. Sin embargo, subrayó que su administración mantuvo una postura firme, priorizando la soberanía nacional por encima de cualquier propuesta externa.

“El territorio mexicano es inviolable, la soberanía se ama y se defiende”, expresó la jefe del Ejecutivo federal. Desde el Parque Ecológico Lago de Texcoco, reiteró que México no permitirá nunca la presencia de tropas extranjeras dentro de su país.

El pronunciamiento se dio tras una publicación del diario The Wall Street Journal, que reveló detalles de la conversación entre Sheinbaum y Trump, durante la cual se discutieron temas de seguridad y combate al crimen organizado.

Diálogo directo y defensa de la soberanía

Durante su relato, Claudia Sheinbaum precisó que su negativa se basó en la defensa absoluta del territorio nacional. Reiteró que su visión de cooperación con Estados Unidos debe regirse bajo el principio del respeto mutuo y la no intervención.

“No hace falta el ingreso de tropas. Se puede colaborar, pero ustedes en su territorio y nosotros en el nuestro”, expresó. Además, indicó que está abierta al intercambio de información siempre que se preserve la autonomía mexicana.

El gobierno mexicano, dijo, no cederá ante ninguna propuesta que implique una forma de subordinación o pérdida de control sobre el país. “La soberanía no se vende”, sentenció.

Al rechazar la intervención militar extranjera, Sheinbaum diferenció claramente entre ayuda y dependencia. Aseguró que México puede enfrentar sus desafíos internos sin necesidad de presencia armada extranjera.

Cooperación sí, sumisión no

La mandataria recordó que el intercambio con Donald Trump también incluyó un llamado para que Estados Unidos frene el flujo ilegal de armas hacia México. Este problema, sostuvo, ha fortalecido al crimen organizado en el país.

En ese contexto, celebró que el expresidente estadounidense haya emitido una orden para restringir la salida de armas hacia territorio mexicano. Consideró esta medida como un paso hacia una colaboración más efectiva.

“Le dije a Trump: ‘Si nos quiere ayudar, que no entren más armas’. Y al día siguiente, emitió una orden en ese sentido”, narró. Esta acción la interpretó como un gesto de buena voluntad en medio de un diálogo tenso.

Para Claudia Sheinbaum, la cooperación bilateral debe tener límites claros. “Sí a la coordinación, no a la subordinación”, recalcó frente a simpatizantes y medios de comunicación reunidos en el Estado de México.

Dignidad nacional como principio rector

La presidente sostuvo que México no está dispuesto a ceder ni un centímetro de su autonomía a ninguna potencia extranjera. Insistió en que el pueblo mexicano es fuerte y capaz de enfrentar sus propios problemas.

“México es grandioso y su pueblo muy valiente”, expresó. Esa fuerza, afirmó, es la que impide que el país caiga en relaciones asimétricas que comprometan su dignidad.

Criticó que gobiernos anteriores hayan permitido modelos de cooperación que rayaban en la dependencia. Su administración, afirmó, ha trazado una nueva ruta basada en el respeto y la autodeterminación.

Sheinbaum remarcó que esta postura no implica romper relaciones con Estados Unidos, sino establecer un nuevo marco de diálogo. Uno donde ambas partes se reconozcan como iguales.

Tiempos nuevos en la relación bilateral

La mandataria aseguró que México está listo para trabajar con el gobierno estadounidense en temas clave como migración, comercio y seguridad. Pero subrayó que eso solo será posible si se respeta la soberanía de cada nación.

En su visión, la vecindad entre ambos países exige madurez política y claridad en los términos de cooperación. Dijo que ya no es tiempo de aceptar imposiciones disfrazadas de ayuda.

“Podemos ser aliados, pero no subordinados”, insistió durante su discurso. Agregó que los temas de seguridad deben resolverse dentro del marco de las instituciones mexicanas.

La presidente reiteró que su gobierno fortalecerá las capacidades internas para enfrentar al crimen. Y enfatizó que lo hará con recursos propios y sin militares extranjeros. –sn–