Acusaciones personales y públicas entre dos figuras del periodismo deportivo
Por Eric Gómez | Reportero
El comentarista deportivo David Faitelson revivió su confrontación con su exmentor José Ramón Fernández, a quien acusó públicamente de abuso psicológico, físico y de padecer una adicción. La controversia escaló tras publicaciones en redes sociales, donde el analista de TUDN respondió a los señalamientos recibidos por sus dichos.
David Faitelson utilizó sus redes sociales para ampliar sus declaraciones contra José Ramón Fernández, luego de haberlo acusado de cocainómano un día antes. En un mensaje dirigido a su audiencia, afirmó haber soportado más de 30 años de maltrato laboral y personal.
El excomentarista de Tv Azteca y ESPN aseguró que el periodista lo humilló, lo desacreditó y afectó su autoestima, escudándose en su figura de líder profesional. En su publicación también aclaró que no permitirá más agresiones contra él ni su familia.
Las reacciones en redes sociales fueron inmediatas, con múltiples usuarios señalando a Faitelson por ventilar públicamente una situación de carácter privado. Comentarios como “qué bajo caíste”, “malagradecido” y “judas” inundaron sus cuentas.
Sin embargo, otros internautas lo defendieron por alzar la voz y hablar sobre los presuntos abusos laborales cometidos por Fernández. La figura de ambos polarizó la conversación digital entre quienes aplaudieron la valentía y quienes condenaron el escándalo.
Faitelson responde a los señalamientos y se niega a guardar silencio
En su mensaje, David Faitelson expresó: “¡Se acabó! No permitiré que nadie me ofenda ni a mi familia. Me atacan, ataco. Punto”. Su declaración se difundió ampliamente y generó más reacciones entre figuras del medio.
La acusación más fuerte fue la referente a una supuesta adicción de José Ramón Fernández, hecho que no ha sido confirmado ni negado por el periodista. Hasta el momento, Fernández no ha ofrecido respuesta pública adicional.
La controversia surgió después de que Fernández, en una transmisión de ESPN, acusó a su excompañero de actuar como “sicario del periodismo”. Afirmó que atacaba al Grupo Pachuca por motivos relacionados con cambios de empleador.
Según Fernández, Faitelson viajó a España por invitación de Jesús Martínez, presidente del Grupo Pachuca, para emitir un voto en el Salón de la Fama del futbol. Desde entonces, supuestamente, modificó su discurso editorial por intereses laborales.
Relación laboral tensa y acusaciones históricas de abuso
Los conflictos entre ambos periodistas datan de años atrás, pero se intensificaron mientras colaboraban en ESPN. Ahí, José Ramón Fernández protagonizó incidentes en vivo en los que insultó y desacreditó a Faitelson.
En varias ocasiones, el veterano periodista lo llamó “pendejo”, lo mandó callar al aire y se burló de su aspecto físico, sin que existiera una disculpa pública o una intervención por parte de la empresa.
En junio de 2022, durante una entrevista con Jorge “El Burro” Van Rankin, Faitelson narró episodios que describió como humillaciones reiteradas. “Yo tragaba mierda, pero todo va evolucionando”, aseguró entonces.
Declaró también que durante su juventud toleró comentarios ofensivos como “estúpido”, “imbécil” e “iletrado”. Añadió que el poder jerárquico de Fernández lo condicionó a permanecer en silencio, situación que decidió romper años después.
Polémica en redes sociales y silencio de Fernández ante acusaciones
Las declaraciones más recientes de Faitelson se sumaron a una larga serie de tensiones y señalamientos en medios deportivos mexicanos. Hasta ahora, José Ramón Fernández no ha emitido una postura formal ni réplica mediática.
El escándalo dividió opiniones dentro del gremio periodístico, donde algunos comunicadores pidieron prudencia, mientras otros señalaron que la violencia psicológica y el abuso de poder deben denunciarse públicamente.
La empresa Televisa, donde actualmente colabora Faitelson, no emitió posicionamiento respecto al conflicto. De igual forma, ESPN, donde labora Fernández, tampoco se pronunció sobre los señalamientos del excolaborador.
Las tensiones entre ambos periodistas, que por años trabajaron en conjunto, se convirtieron en un símbolo del poder y la jerarquía dentro de los medios deportivos en México, donde el maltrato laboral aún carece de regulación estricta. –sn–

