Inzunza Noriega y su hijo, acusados por narcoterrorismo
SN Redacción | Agencias
Las autoridades estadounidenses anunciaron una ofensiva contra el Cártel de Sinaloa por narcoterrorismo. La Fiscalía apuntó directamente a Pedro Inzunza Noriega y su hijo Pedro Inzunza Coronel.
Durante una conferencia en California, el Departamento de Justicia informó sobre la aplicación de nuevas medidas. Estas acciones respondieron a lineamientos impuestos por el presidente Donald Trump desde febrero pasado.
Los fiscales federales acusaron a ambos de tráfico de fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína. También los vincularon con operaciones de distribución en la frontera entre México y Estados Unidos.
El fiscal auxiliar ejecutivo advirtió que la persecución penal será implacable. Afirmó que a los líderes criminales “los alcanzará la justicia en cualquier rincón del mundo”.
Medidas contra el narcotráfico
Según la investigación, los Inzunza mantenían vínculos con proveedores de cocaína en Colombia. Además, lideraban una red de laboratorios clandestinos y rutas de distribución dentro del territorio estadounidense.
Las autoridades definieron estas operaciones como actos de “narcoterrorismo” por su alcance y violencia. El nuevo enfoque legal permite sancionar a los implicados como si se tratara de células terroristas internacionales.
El fiscal explicó que quienes trafican con drogas sintéticas causan efectos devastadores. Indicó que cada dosis de fentanilo representa un riesgo letal para la salud pública en Estados Unidos.
“Si actúas como terrorista, serás tratado como tal”, sentenció el funcionario federal. Aclaró que no se trata de una metáfora, sino de una acción jurídica con consecuencias.
Clasificación como terroristas
El gobierno federal estadounidense incluyó al Cártel de Sinaloa en la lista de organizaciones terroristas extranjeras. Esta designación fue confirmada por el Departamento de Estado el pasado 20 de febrero.
La decisión se enmarcó en la Ley de Inmigración y Nacionalidad, que permite castigar a quienes apoyen a dichos grupos. La norma establece sanciones financieras, decomisos y congelamiento de activos.
Además del Cártel de Sinaloa, fueron clasificados como terroristas el CJNG, Cárteles Unidos, el Cártel del Noreste y el Cártel del Golfo. También figuran organizaciones como La Nueva Familia Michoacana, Tren de Aragua y Mara Salvatrucha (MS-13).
Las autoridades aseguraron que estas redes ejercen control territorial mediante violencia extrema. Por ello, consideran sus operaciones como amenazas a la seguridad nacional de Estados Unidos.
Consecuencias legales inmediatas
La declaración de narcoterrorismo permite al Departamento del Tesoro intervenir financieramente. También facilita la cooperación internacional para capturar a los líderes señalados.
En el caso de los Inzunza, se emitieron órdenes de arresto internacionales con apoyo de agencias de inteligencia. Según los reportes, ambos se refugiaban en zonas rurales de Sinaloa.
Las autoridades no confirmaron si solicitaron formalmente su extradición a México. No obstante, reiteraron su intención de llevarlos ante cortes federales en California o Nueva York.
El fiscal encargado aseguró que cuentan con pruebas documentales y testimoniales. Entre ellas, grabaciones, rastreos bancarios y declaraciones de testigos protegidos.
Ofensiva de Trump contra cárteles
La clasificación como terroristas se alineó con la política de seguridad promovida por Donald Trump. Desde su campaña, el presidente impulsó medidas severas contra el narcotráfico fronterizo.
Trump ha argumentado que el tráfico de fentanilo constituye una epidemia mortal. Según datos oficiales, más de 70 mil personas fallecieron en 2024 por sobredosis vinculadas a esta sustancia.
El mandatario aseguró que su gobierno actuará con firmeza ante estas amenazas. Reiteró que no habrá negociaciones con grupos criminales ni concesiones diplomáticas.
En su declaración, Trump afirmó que Estados Unidos “enfrenta una guerra silenciosa” por el control del fentanilo. Aseguró que la prioridad será desmantelar las redes mexicanas responsables.
Implicaciones internacionales
La designación de los cárteles mexicanos como grupos terroristas generó reacciones diplomáticas. Fuentes del gobierno federal mexicano manifestaron su desacuerdo con la medida.
Aseguraron que las organizaciones criminales no deben tratarse como grupos ideológicos. Reclamaron respeto a la soberanía nacional y a los marcos jurídicos bilaterales.
Sin embargo, funcionarios estadounidenses reiteraron que la declaración tiene efectos jurídicos internos. Señalaron que no requiere la aprobación de países terceros para su aplicación.
Expertos en relaciones internacionales estimaron que la medida afectará la cooperación bilateral. Advirtieron sobre un posible incremento en los operativos unilaterales de Estados Unidos.
Nueva etapa del combate al fentanilo
El Departamento de Justicia consideró que esta acción inaugura una nueva fase en la lucha contra el fentanilo. Sostuvo que los cárteles han mutado de simples narcotraficantes a redes paramilitares.
Además, se analizará incluir a otros actores que financien o colaboren con estas organizaciones. La clasificación también podría alcanzar a intermediarios, proveedores químicos y operadores financieros.
Hasta el momento, se desconocen reacciones formales por parte de los Inzunza. Las autoridades estadounidenses anticiparon nuevas imputaciones en las próximas semanas.
El fiscal auxiliar reiteró que el mensaje es claro: “Estados Unidos perseguirá al crimen organizado sin tregua”. Añadió que ningún país puede tolerar la expansión del narcotráfico como un mal menor. –sn–

