Verónica Martínez solicitó apoyo fiscal y diálogo diplomático tras pérdidas ganaderas.
Por Gabriela Díaz | Reportera
La diputada Verónica Martínez García solicitó apoyo fiscal y diálogo urgente con Estados Unidos para reactivar la exportación de ganado desde Coahuila, ante las severas pérdidas económicas que reportaron los productores de la región. A través de dos puntos de acuerdo, la legisladora del PRI dirigió su exhorto a las secretarías de Economía, Hacienda, Relaciones Exteriores y Agricultura.
Precisó que la interrupción en el comercio binacional de ganado vacuno requiere atención inmediata, no solo por su impacto en la economía local, sino también por la afectación directa a miles de familias. Señaló que las autoridades deben actuar con urgencia y responsabilidad ante la magnitud de la crisis.
Resaltó que en 2023 la ganadería alcanzó un valor de producción de 626 millones de pesos. Este sector aportó el 39.7 por ciento del Producto Interno Bruto primario y registró una producción de 2.2 millones de toneladas de carne de res entre 2022 y 2023.
En el caso específico de Coahuila, indicó que la actividad ganadera representa una de las principales fuentes de empleo directo e indirecto. Las características genéticas del ganado de la entidad han facilitado una relación comercial constante con el mercado estadounidense.
Cierre de frontera afecta sector
Sin embargo, desde la detección del brote de gusano barrenador, la frontera se cerró y las exportaciones se redujeron de 60 mil a solo 5 mil cabezas. Esta caída ha puesto al sector en una situación crítica, tanto en términos productivos como financieros.
Las pérdidas, estimadas hasta ahora, rondan los 55 mil millones de pesos, situación que la diputada calificó como insostenible para los ganaderos. Subrayó que el apoyo de las tres órdenes de gobierno es indispensable para garantizar la continuidad de la actividad.
Sugirió que los estímulos deben contemplar créditos, exenciones fiscales y apoyos directos con recursos suficientes. Solo así será posible compensar las afectaciones y mantener en operación a las unidades ganaderas de la entidad.
La legisladora argumentó que los esfuerzos del sector no han sido acompañados por una respuesta institucional adecuada por parte del gobierno federal. Urgió a que las secretarías involucradas se coordinen para resolver el problema.
Piden inspectores fronterizos
En su segunda proposición, Verónica Martínez solicitó el envío de más inspectores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) a los cruces Eagle Pass–Piedras Negras y Del Río–Acuña. Aseguró que esa acción agilizaría el restablecimiento del flujo comercial.
Detalló que aunque el brote se encuentra en el sur del país, Coahuila ha demostrado que su hato ganadero cumple con los estándares sanitarios. A pesar de ello, los productores locales han sido afectados por restricciones que considera injustificadas.
Explicó que el cierre de los puntos fronterizos obligó a los ganaderos a utilizar el puerto de Ojinaga, en Chihuahua, lo que elevó los costos de logística y redujo el margen de rentabilidad.
Agregó que solo se permitió exportar 500 cabezas de ganado por semana a través del nuevo canal, una cantidad insuficiente para mantener la estabilidad del sector.
Reclaman acción diplomática inmediata
Indicó que esta cifra representa una fracción mínima de la producción habitual, lo que demuestra la urgencia de que el gobierno federal actúe con mayor celeridad en la materia.
Sostuvo que ya se instaló el Comité Técnico para la Contingencia Zoosanitaria en Coahuila, lo cual es muestra del compromiso estatal. Pero enfatizó que los esfuerzos locales no serán suficientes sin respaldo institucional y político del nivel federal.
Pidió que la Secretaría de Relaciones Exteriores gestione una reunión bilateral con la USDA y la APHIS, para solucionar las trabas logísticas y sanitarias impuestas.
Mencionó que si no se reactiva pronto la exportación, miles de productores se verán obligados a liquidar sus unidades productivas o endeudarse.
Ganaderos urgen respuesta concreta
Insistió en que el problema no radica en la calidad del ganado de Coahuila, sino en una medida precautoria generalizada. Cuestionó que no se hayan implementado protocolos específicos para zonas libres del gusano barrenador.
Consideró que la falta de diferenciación técnica ha afectado desproporcionadamente al norte del país. También lamentó que no se haya convocado una mesa de trabajo con representantes del sector.
Subrayó que los productores locales están comprometidos con mantener la calidad sanitaria, pero requieren certeza jurídica y comercial.
Finalizó reiterando que el respaldo económico debe ser inmediato y suficiente, de lo contrario la crisis podría extenderse a otras regiones ganaderas. –sn–

