La alcaldía Cuauhtémoc y vecinos de Tepito rechazaron el uso de Peralvillo 75. Denunciaron desmantelamiento del hospital sin previo aviso.
Por Fausto Hernández | Reportero
La alcaldesa Alessandra Rojo de la Vega denunció que el inmueble de Peralvillo 75 fue intervenido sin consulta alguna a la alcaldía, vecinos ni comunidad estudiantil. Afirmó que se desmanteló el hospital que operaba ahí, retirando incluso el equipo quirúrgico, sin que nadie informara su destino.
El lugar funcionó durante más de cien años como sede de la Escuela Libre de Homeopatía de México, ofreciendo atención médica gratuita a miles de habitantes de la zona. La edil lamentó que se abandonara este uso social del inmueble para imponer un proyecto ajeno a la voluntad vecinal.
Durante un acto público en el corazón de Tepito, Rojo de la Vega expresó que la comunidad fue excluida de cualquier proceso de consulta sobre la instalación de un refugio migrante. “Lo cerraron, lo desmantelaron y nadie sabe para qué”, declaró frente a decenas de asistentes.
Frente a estudiantes, personal médico y habitantes del barrio, la alcaldesa aseguró que la acción vulneró los derechos de la población local y eliminó un servicio público esencial para la zona centro de la capital.
Refugio migrante sin consenso
En su mensaje, Rojo de la Vega dejó en claro que su postura no respondía a una actitud discriminatoria hacia la población migrante. Afirmó que su administración promueve la dignidad humana y la solidaridad, pero condenó la imposición de decisiones sin diálogo previo.
Aseguró que la alcaldía se enteró del nuevo uso del inmueble hasta después de su clausura y transformación. “La empatía no se construye arrebatando hospitales”, expresó. Denunció que la medida reflejó un “capricho político” que no tomó en cuenta las necesidades locales.
Sostuvo que Tepito enfrenta problemas históricos como hacinamiento, comercio informal desbordado, movilidad colapsada e inseguridad, que no pueden ignorarse al planear proyectos de atención a migrantes. “Sin diálogo quieren imponer aquí un refugio”, subrayó.
En campaña, advirtió que no permitiría la instalación de albergues en cascos urbanos por su impacto negativo en seguridad, movilidad y salud pública. “Este barrio tiene memoria y se hará escuchar”, agregó la funcionaria capitalina.
Exigen respeto a la comunidad
El uso del inmueble como hospital y escuela se consideró parte del patrimonio barrial. Vecinos expresaron su molestia por el cierre repentino del espacio sin que mediara notificación ni consulta formal a las autoridades locales.
La alcaldesa reiteró que la acción vulneró el derecho de los habitantes a decidir sobre su entorno. Llamó al diálogo institucional y solicitó al gobierno federal detener cualquier acción unilateral en el predio hasta que se aclare su situación legal.
Pidió a las autoridades capitalinas investigar el retiro del equipo médico, transparentar la nueva asignación del inmueble y respetar su vocación histórica. “No permitiremos que nos arrebaten espacios comunitarios”, dijo enfática.
Afirmó que continuará defendiendo cada espacio público que beneficie a los habitantes de Cuauhtémoc. Añadió que seguirá exigiendo que se respete la voluntad colectiva y que las decisiones sobre el territorio se tomen desde el consenso.
Llamado a la legalidad institucional
Ante la confusión generada por el desalojo del inmueble, Rojo de la Vega solicitó a la administración central clarificar las razones detrás del desmantelamiento. También pidió garantías de que se respetarán los derechos de los estudiantes afectados.
Vecinos y colectivos sociales presentes solicitaron la restitución del inmueble a su uso original. Recordaron que miles de familias accedían a servicios médicos sin costo en ese espacio. “No aceptamos que se destruya nuestro hospital”, afirmaron.
Durante la manifestación, se leyó un pliego petitorio dirigido al jefe de Gobierno capitalino, en el que se exigió la suspensión del proyecto hasta realizar una consulta ciudadana formal. También solicitaron transparencia en el uso de recursos públicos involucrados.
El acto concluyó con la promesa de la alcaldesa de convocar una mesa de diálogo entre la comunidad, expertos en salud pública y autoridades locales para definir el futuro del predio. “Este espacio es del pueblo y así debe seguir”, finalizó. –sn–

