Llena de ecos el teatro de las artes del Cenart

Por Brenda Aguilar | Reportera

La danza volvió a estremecer el corazón del Centro Nacional de las Artes con la primera de las tres únicas funciones de Ecos , el programa más reciente de la Compañía Nacional de Danza (CND) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (INBAL), órgano de la Secretaría de Cultura del gobierno federal.

Se trata de una muestra escénica, una conversación entre cuerpos, memorias y nuevas visiones del movimiento. Ecos permite, a las y los jóvenes creadores, experimentar y desarrollar su propio lenguaje artístico. Así, al integrar las visiones de coreógrafos consagrados con el talento de nuevas voces, se construye un diálogo que estimula el desarrollo del ballet .

Bajo la dirección artística de Erick Rodríguez y la dirección artística adjunta de Elisa Carrillo, las funciones destacan por un enfoque inclusivo y su apuesta por la riqueza creativa.

La noche de estreno abrió con Concierto para violín – Primer movimiento , de Yazmín Barragán, con música de Piotr I. Tchaikovsky. El montaje dejó ver la fusión entre la música y el movimiento de una forma poderosa y emotiva, que combinó elegancia y novedad. Fue una muestra de cómo la tradición puede ser punto de partida para la innovación. “Es una propuesta coreográfica que une lo clásico con una mirada contemporánea, fresca y personal”, compartido, Barragán.

El programa continuó con el estreno de Dentro , pieza profundamente emocional del coreógrafo Raúl Fernández, también maestro de la compañía, que invita a mirar hacia dentro de cada persona, a eso que no se dice pero que se siente y se mueve. El proceso creativo, cuenta el coreógrafo, surgió de la escucha de la música y la contemplación de sus intérpretes: «Observar a detalle a cada bailarín y bailarina, su forma de movimiento, su físico, me inspira. Me gusta adaptar los movimientos a su esencia, a su naturaleza».

Siguió Serendipia , de Michele Cutri; obra que juega con la dualidad de lo imprevisto y lo inevitable. En palabras de la autora y también bailarina, » Serendipia nos habla sobre un encuentro entre el amor y la realidad cotidiana. Es una pieza donde la poesía, la música y la danza se entrelazan para hablarnos de lo inesperado y lo profundamente humano».

Para finalizar, se presentó Miliano , de Irina Marcano, que refleja la energía vital de la danza, al fusionar tradiciones latinoamericanas con un estilo contemporáneo. «Conecta con nuestras raíces a través del movimiento. Es un viaje de fuerza, ritmo y emoción al compás de la música vibrante de Arturo Márquez», compartió la artista.

Ecos reafirma la importancia de la innovación artística, en la que tradición y vanguardia se entrelazan para crear nuevas formas de entender el arte de la danza. –sn–