Pruebas periciales reflejan realidad social en juicios

Por Fausto Hernández | Reportero

Las pruebas periciales en trabajo social ayudan al Poder Judicial de la Ciudad de México a emitir fallos más imparciales. El objetivo fue reflejar el contexto real de las personas involucradas en cada juicio.

La subdirectora Yolotsi Olivares Rosales informó que el cien por ciento del personal pericial en esta materia posee diplomados acreditados. Esa preparación permitió realizar valoraciones confiables y técnicas durante las diligencias.

La experta explicó que las periciales sociales se desarrollaron a partir de metodologías de investigación en ciencias sociales. Con ese enfoque, los peritos ofrecieron una interpretación detallada de la realidad social.

También explicó que dichas pruebas permitieron a jueces y magistrados conocer el entorno cotidiano de las partes en litigio. Esa información complementó lo expuesto en audiencias y documentos judiciales.

Labor desde el terreno

La funcionaria subrayó que las y los peritos visitaron los hogares de las personas implicadas. Esas visitas permitieron identificar dinámicas familiares y validar información proporcionada al tribunal.

“Un juez no puede saber cómo vive una familia solo por lo que se dice en audiencia”, indicó Olivares Rosales. Añadió que las entrevistas domiciliarias revelaron situaciones omitidas en las declaraciones.

El trabajo social judicial se ejecutó por mandato de jueces y magistrados del tribunal capitalino. Cada intervención fue autorizada de manera formal por la autoridad correspondiente.

La subdirectora detalló que las entrevistas pueden seguir un formato estructurado o semiestructurado, según la complejidad del caso. La decisión depende del nivel de inconsistencias detectadas en los testimonios.

Análisis técnico y humano

La intervención de los peritos se dividió en dos fases: la de gabinete y la de campo. La primera incluyó revisión de documentos y verificación de identidad de las personas involucradas.

La segunda fase consistió en visitas domiciliarias para recopilar información directa en el entorno de cada familia. Con ese trabajo, se obtuvieron datos objetivos y observaciones relevantes para el juicio.

En la entrevista semiestructurada, los peritos investigaron más allá de lo aparente. Esta herramienta resultó útil cuando surgieron contradicciones o vacíos en las versiones presentadas.

Olivares Rosales afirmó que el sustento científico de la metodología empleada otorgó legitimidad a los resultados. Ese respaldo técnico fortaleció la decisión de las y los juzgadores.

Confiabilidad con método social

Según explicó, el análisis se basó en técnicas cuantitativas y cualitativas propias de las ciencias sociales. Estas permitieron construir un diagnóstico confiable del entorno de cada familia evaluada.

La información recabada se integró en reportes periciales con validez jurídica. Estos informes constituyeron elementos de convicción en los expedientes judiciales.

“El trabajo pericial es la voz, los ojos y las manos de quienes participan en un juicio”, expresó la funcionaria. Así se garantizó una valoración más equitativa por parte del juez.

El magistrado Rafael Guerra Álvarez, presidente del órgano judicial capitalino, respaldó este modelo de intervención. Bajo su gestión, se fortaleció la figura del perito social dentro del sistema de justicia.

Impacto directo en sentencias

Las periciales ayudaron a evitar que los jueces tomaran decisiones basadas únicamente en declaraciones verbales. En su lugar, contaron con evaluaciones sustentadas y verificables.

Con ese modelo, el PJCDMX aseguró fallos más justos, informados y contextualizados, sin prejuicios sobre las personas. El análisis pericial permitió conocer factores estructurales como pobreza, violencia o abandono.

La subdirección a cargo de Yolotsi Olivares Rosales se consolidó como referente técnico en la materia. Su labor fue clave para ampliar la visión de juezas y jueces en los procedimientos legales.

Las periciales también representaron una vía para escuchar indirectamente a niños, mujeres y personas vulnerables. Esas voces, a menudo invisibles, fueron documentadas mediante el enfoque del trabajo social.

El tribunal reiteró que este tipo de herramientas es esencial para impartir justicia con perspectiva integral. La intervención profesional permitió decisiones mejor fundadas. –sn–