Iztapalapa y Miguel Hidalgo enfrentaron graves inundaciones sin acciones preventivas suficientes.

Por Fausto Hernández | Reportero

Durante el primer trimestre de 2025, alcaldías como Iztapalapa, gobernada por Aleida Alavez, reportaron mil 763 servicios de desazolve. Sin embargo, todos respondieron a solicitudes ciudadanas, sin aplicar un plan preventivo coordinado.

A pesar del número de intervenciones, el informe de actividades reconoció que las zonas con mayor riesgo no fueron atendidas con anticipación. El programa “Vamos Juntos Contra las Inundaciones” sólo respondió a reportes de emergencia.

Atención tardía en alcaldías

El programa fue anunciado en febrero, un mes antes de la temporada más crítica. No incluyó inspecciones sistemáticas, limpieza anticipada ni monitoreo en redes de drenaje, aunque se tenían ubicadas zonas vulnerables.

En Miguel Hidalgo, bajo la gestión de Mauricio Tabe, ocurrió una situación similar. Entre enero y marzo, sólo realizaron 398 intervenciones, todas reactivas y sin diagnóstico previo.

En febrero se atendieron 114 reportes, mientras que en marzo aumentaron a 175. La administración reconoció que el Operativo Tormenta, implementado en el trienio anterior, no se reactivó a tiempo.

El esquema prometía acciones de prevención anuales. No obstante, al comenzar el segundo periodo de Tabe, el operativo quedó suspendido hasta que las primeras inundaciones afectaron a la población.

Cuajimalpa, única con plan

A diferencia de otras alcaldías, Cuajimalpa, dirigida por Carlos Orvañanos, sí aplicó un programa de mantenimiento durante el primer trimestre. Este incluyó limpieza preventiva y monitoreo de alcantarillas.

Aunque también fue declarada en Alerta Naranja, las autoridades locales reportaron menor impacto por anegaciones. En su informe de actividades se describió un esquema de supervisión preventiva a la red secundaria.

El informe señaló que se realizaron revisiones continuas en ductos pluviales, especialmente en colonias propensas a escurrimientos. Las tareas se concentraron en zonas altas y de difícil acceso.

Las cifras del trimestre confirmaron un mayor control de los efectos derivados por lluvias intensas. La diferencia en afectaciones reveló la eficacia de tener una estrategia anticipada y sostenida.

Alerta Roja por omisiones

Las zonas más golpeadas por las lluvias fueron catalogadas en Alerta Roja, según informes del gobierno federal. Iztapalapa y Miguel Hidalgo concentraron los mayores daños en viviendas, avenidas y servicios básicos.

Ambas alcaldías acumularon quejas por fallas en drenaje, colapso de vialidades y rebosamiento de aguas negras. En muchos puntos, el agua alcanzó hasta 50 centímetros de altura.

El gobierno capitalino registró daños en infraestructura hidráulica, postes caídos y coladeras saturadas. Los equipos de emergencia operaron sin apoyo de estrategias locales efectivas.

En redes sociales, vecinos de colonias como Santa Cruz Meyehualco, San Miguel Chapultepec y Agrícola Oriental denunciaron la ausencia de brigadas de limpieza previas a la temporada de lluvias.

Exigen acciones preventivas reales

Vecinos afectados exigieron a las autoridades que los programas de mantenimiento dejen de ser reactivos. También solicitaron que las próximas administraciones asignen recursos para desazolve sistemático y monitoreo pluvial.

Especialistas en gestión urbana advirtieron que las lluvias seguirán intensificándose en los próximos años. Recalcaron que la planeación hidráulica debe actualizarse con base en mapas de riesgo y diagnósticos técnicos.

Además, pidieron que los informes de alcaldías incluyan auditorías externas y reportes de cumplimiento. Las acciones anunciadas no deben depender de quejas ciudadanas ni improvisación.

El sistema de drenaje en la ciudad enfrenta saturación por crecimiento urbano desordenado. Expertos concluyeron que sin mantenimiento continuo, las inundaciones serán más frecuentes y graves. –sn–