Acciones ambientales, reciclaje e innovación marcan su compromiso ecológico.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Coca-Cola Femsa, el mayor embotellador del Sistema Coca-Cola por volumen de ventas, fortaleció su estrategia de sostenibilidad con tres enfoques: agua, empaques y acción climática. Estas acciones impactaron de manera positiva en las comunidades donde opera, promoviendo un modelo económico circular y resiliente.
El enfoque hídrico de la compañía se centró en eficiencia operativa, acceso equitativo y reabastecimiento responsable. En 2024, alcanzó la meta intermedia de usar solo 1.36 litros de agua por litro de bebida producida, consolidando su liderazgo en la industria.
El acceso al agua en comunidades vulnerables formó parte de sus prioridades. Desarrolló proyectos de saneamiento y nuevas alianzas para contribuir a mejorar la calidad de vida en zonas donde mantiene operaciones.
En términos de reabastecimiento, desde 2022 logró reponer más del 100% del agua utilizada en su producción. Esto se realizó mediante proyectos dirigidos a regiones con alto estrés hídrico, en colaboración con socios locales e internacionales.
Reconocimientos internacionales
Entre 2024 y lo que va de 2025, nueve plantas en América Latina obtuvieron la certificación Alliance for Water Stewardship. Esto validó el uso ambiental y socialmente sostenible del recurso en dichas instalaciones.
En el rubro de empaques, Coca-Cola Femsa diseñó una estrategia centrada en la economía circular. Su meta consistió en rediseñar materiales, reducir el peso de los envases y aumentar su capacidad de reciclaje.
Desde sus laboratorios, desarrollaron botellas sostenibles que respondieron tanto a preferencias de los consumidores como a exigencias ambientales. Estas innovaciones facilitaron la reincorporación de materiales a nuevos ciclos de producción.
La recolección de PET posconsumo se fortaleció mediante la red SUSTENTAPET, que amplió centros de acopio y promovió la colaboración comunitaria. En 2024, desviaron 99% de residuos industriales fuera de rellenos sanitarios.
Economía circular fortalecida
Ese mismo año, 94% de sus plantas embotelladoras y 7% de sus centros de distribución fueron certificados como cero residuos. Esta validación respaldó su gestión sostenible de desechos.
El reciclaje dio nueva vida a los materiales recolectados. Con el respaldo de socios como IMER y PLANETA, crearon infraestructura para generar resina reciclada de alta calidad, con la que fabricaron nuevas botellas.
En su estrategia climática, Coca-Cola Femsa reconoció la urgencia del cambio climático y su impacto global. Planteó acciones colectivas y resilientes para mitigar los efectos y adaptarse al entorno.
Durante 2024, sustituyó calderas tradicionales por versiones eléctricas en las plantas de Celaya y Veracruz, alimentadas con energía solar. Ambas instalaciones se perfilan como las primeras de cero emisiones en el Sistema Coca-Cola.
Reducción de emisiones
La compañía redujo 27% de sus emisiones de alcance 1 y 2 respecto a su base de 2015. Estas corresponden a 18% de sus emisiones totales y provienen del uso energético, combustibles y refrigerantes.
En movilidad, creó un Comité de Movilidad Sostenible para dirigir la expansión de vehículos eléctricos. Además, integró tecnologías de optimización de rutas que disminuyeron consumo y emisiones.
Este enfoque permitió mejorar la seguridad vial y optimizar los tiempos logísticos. La innovación aplicada en transporte se consolidó como pilar en su estrategia medioambiental.
Rafael Ramos, director técnico y de cadena de suministro, declaró: “Nuestro compromiso con la sostenibilidad está profundamente integrado en nuestra estrategia de crecimiento y operaciones”.
El ejecutivo agregó que “hoy, en el Día Mundial del Medio Ambiente, este compromiso está más vivo que nunca”, reconociendo el avance de sus metas.
Modelo sostenible integra
Coca-Cola Femsa integró una estrategia transversal entre agua, economía circular y acción climática. Este modelo influyó en toda su cadena de valor, desde la producción hasta la distribución.
Su objetivo consistió en crear impactos duraderos y medibles en los entornos donde mantiene presencia. La innovación, tecnología y alianzas fueron claves para avanzar.
Estas acciones permitieron sentar las bases de un ecosistema productivo que incorpora principios de sostenibilidad. La empresa reforzó su posición como referente en responsabilidad ambiental.
El esfuerzo ambiental de Coca-Cola Femsa se tradujo en resultados tangibles, reconocimientos internacionales y mejoras comunitarias. Su compromiso sigue firme hacia un futuro sostenible. –sn–

