Temporada de lluvias aumenta amenaza de desborde. Aumenta la basura retirada.
Por Gabriela Díaz | Reportera
La presa del Río Becerra, ubicada en la alcaldía Álvaro Obregón, rebasó su capacidad de captación pluvial debido a la acumulación creciente de residuos sólidos. Este vaso regulador, diseñado para mitigar inundaciones, se ha convertido en un punto crítico para la protección de colonias aledañas.
Datos del Atlas de Riesgos local advierten que al menos diez colonias estarían en peligro si la presa llegara a desbordarse. En paralelo, las jornadas de limpieza revelaron que cada año aumentan tanto las toneladas de desechos como los costos del desazolve.
La Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), anteriormente Sacmex y dirigida actualmente por José Mario Esparza, encabeza las labores de mantenimiento y retiro de basura. Según su información histórica, la situación ha empeorado en los últimos años.
En 2018 se retiraron 449 toneladas de residuos; en 2021 la cifra subió a 935, y en 2022 superó las mil 600 toneladas. Para 2024, en tan solo 11 días de operación con más de mil camiones, la dependencia retiró un estimado superior a las 10 mil toneladas.
Millonarios gastos de desazolve
Los trabajos de limpieza se ejecutaron principalmente durante las temporadas de lluvia. En 2023, Segiagua destinó 11.9 millones de pesos a la empresa Bufete de Ingeniería Bauen S.A. de C.V., encargada del desazolve.
El año anterior, en 2022, el gasto fue mayor: 13.7 millones de pesos, canalizados a la empresa Grupo Constructor e Ingeniería Civil Casan S.A. de C.V., también por acciones similares en la misma zona.
La presa, enclavada en un sistema de barrancas con conexiones al drenaje pluvial, se ha convertido en un foco de riesgo por su ubicación estratégica y la falta de control de residuos sólidos urbanos.
El problema de contaminación, además, genera afectaciones ambientales en los cauces que alimentan al vaso regulador, donde se acumulan residuos domésticos, lodo, llantas y hasta electrodomésticos.
Participación de la alcaldía
La alcaldía Álvaro Obregón, ahora bajo el mando del morenista Javier López Casarín, también posee atribuciones en el saneamiento de las inmediaciones de la presa. En abril pasado, organizó una jornada de limpieza comunitaria.
Pese a ello, la autoridad local reconoció que el problema persiste y requiere una estrategia interinstitucional permanente, especialmente en temporada de lluvias, cuando se eleva el nivel de riesgo de inundaciones.
El Proyecto Barranca de Becerra, propuesto en la década pasada, ya había advertido sobre las amenazas en caso de desbordamiento de la presa. El Atlas de Riesgos de Álvaro Obregón ratificó esos escenarios.
Las colonias más vulnerables son Lomas de Becerra y Barrio Norte, ubicadas en las inmediaciones de la presa. La saturación de basura y el taponamiento de canales aumentan la probabilidad de desastres.
Colonias en zona de riesgo
Otras colonias con riesgo potencial son 2ª Ampliación Presidentes, Ampliación Jalalpa y Piloto Adolfo López Mateos, debido a construcciones que colindan con la barranca, muchas de ellas sin regulación urbana clara.
También figuran La Mexicana, Golondrinas y Molino de Rosas, zonas densamente pobladas donde el drenaje pluvial se conecta con escurrimientos de la presa. Cualquier fallo en el sistema puede derivar en afectaciones graves.
Vecinos y organizaciones sociales han solicitado más vigilancia ambiental, aplicación de sanciones y programas de concientización para evitar que los desechos terminen en el cauce que alimenta la presa.
Los costos del desazolve representan una carga creciente para el erario, mientras que el volumen de basura evidencia una falta de cultura cívica en el manejo de residuos por parte de la ciudadanía.
Faltan acciones preventivas
Pese a las inversiones millonarias en desazolve, la falta de acciones preventivas y la acumulación constante de basura reducen la capacidad funcional de la presa, cuya función original era mitigar riesgos hídricos.
Especialistas en hidráulica urbana han advertido que el problema se ha agravado por el crecimiento desordenado y el uso inadecuado del espacio público en zonas colindantes.
Organizaciones ambientales propusieron convertir la presa Becerra en un espacio ecológico monitoreado, con programas de limpieza permanente y control ciudadano, como parte de un plan integral de recuperación.
La falta de coordinación entre Segiagua, la alcaldía y autoridades ambientales ha dificultado la implementación de soluciones de largo plazo para mitigar riesgos en la zona.
El desbordamiento de esta presa afectaría directamente a miles de familias, por lo que expertos sugieren declarar la zona como área crítica y ejecutar acciones de mitigación con base técnica y social. –sn–


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