Silvia Rocío Delgado fue electa como jueza penal en Ciudad Juárez tras participar en comicios judiciales.

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

En los recientes comicios organizados el 1 de junio, en los que por primera vez se eligieron jueces mediante voto popular, Silvia Rocío Delgado figuró entre los nombres más visibles del proceso, al haber ejercido como abogada de Joaquín “El Chapo” Guzmán en 2016, durante su reclusión en Ciudad Juárez.

La nueva jueza fue parte del equipo legal que asistió al narcotraficante antes de su extradición a Estados Unidos, donde fue condenado a cadena perpetua por una corte en Nueva York.

A pesar de que han transcurrido casi nueve años desde aquel episodio, Delgado ha enfrentado cuestionamientos públicos sobre su actuación como defensora.

Defiende su ejercicio profesional

En una breve entrevista con medios, tras recibir su constancia de mayoría en el Instituto Estatal Electoral de Chihuahua, Delgado se mostró visiblemente molesta ante preguntas sobre su antigua representación legal.

“A ti ya no te voy a contestar nada”, respondió a una reportera que le preguntó por su relación con el narcotraficante, insistiendo en diferenciar “vinculación” de “representación”.

Sostuvo que su trabajo como abogada fue meramente profesional y que su papel consistió en dar atención legal dentro del marco de la ley, sin implicaciones personales ni nexos criminales.

“Nosotros lo único que hacemos es un trabajo”, dijo. “Mi decisión de participar en este proceso fue simple: quiero consolidar mi carrera ayudando a la comunidad”.

Críticas por baja participación

Los comicios judiciales en los que Silvia Rocío Delgado resultó electa estuvieron marcados por una baja participación ciudadana: solo el 13 por ciento del padrón acudió a votar.

La elección fue impulsada como parte de una reforma del expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien planteó que el voto popular podía erradicar la corrupción dentro del Poder Judicial.

No obstante, la propuesta fue criticada por organizaciones civiles y juristas, quienes advirtieron sobre el riesgo de politización y de vulnerabilidad de los jueces ante presiones del crimen organizado.

Justifica su labor con “El Chapo”

Durante la campaña, Delgado sostuvo que todo individuo, sin importar su historial, tiene derecho a una defensa técnica adecuada y recordó que su asistencia a Guzmán Loera se limitó a una sola audiencia.

Narró que incluso durante esa audiencia se registró una falla eléctrica en el centro penitenciario, y que sus visitas fueron breves y centradas en gestiones procesales de rutina.

Uno de los momentos más polémicos ocurrió cuando consiguió un amparo para que al reo se le entregara una cobija, debido a las bajas temperaturas en la celda donde se encontraba.

“¿Es malo que si una persona no estaba acostumbrada al frío tenga una cobija?”, ironizó ante los medios tras recibir su constancia como jueza.

Apoyo ciudadano a su candidatura

Pese a las controversias, Delgado dijo haber recibido cientos de mensajes de respaldo de ciudadanos que valoraron su trayectoria jurídica y su decisión de buscar un cargo en el Poder Judicial.

“Yo he estado en el ojo del huracán por esta razón”, comentó. “Pero hay personas que me conocen desde siempre y saben la calidad moral que yo tengo como persona”.

La jueza agregó que su intención es ejercer el cargo con imparcialidad, cumpliendo con los principios de justicia que exige la Constitución.

El nombramiento de Silvia Rocío Delgado ha reavivado el debate sobre el perfil, experiencia y pasado de quienes hoy ocupan cargos clave en el sistema judicial mediante elección directa.

Una figura visible en la elección

Delgado se convirtió en uno de los pocos nombres reconocibles en un proceso marcado por el anonimato de la mayoría de los más de dos mil aspirantes a jueces.

La polémica sobre su pasado profesional ha generado titulares en medios nacionales e internacionales, así como debates en redes sociales.

Su caso refleja los desafíos que implica abrir cargos judiciales al voto popular, sin filtros institucionales que valoren la trayectoria ética, técnica y profesional.

A partir de este año, Delgado ejercerá funciones en el circuito penal de Ciudad Juárez, donde continuará su carrera ahora desde la judicatura, no desde la defensa. –sn–

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