Nueva entrega de «Cómo entrenar a tu dragón» inspira masculinidades sanas

La cinta promueve empatía, amistad y cuidado emocional en jóvenes

Por Tomás Enríquez | Corresponsal

La película ¿Cómo entrenar a tu dragón? 2025 impulsó reflexiones entre especialistas en género, educación y desarrollo emocional juvenil. El maestro Manuel Edmundo Ramos Gutiérrez, experto en estudios de género por la Universidad de Huelva, afirmó que la cinta representa un modelo positivo para repensar las masculinidades. Sostuvo que el protagonista masculino, al establecer vínculos empáticos en lugar de violentos, ofrece un ejemplo valioso para las nuevas generaciones.

Ramos Gutiérrez enfatizó que esta historia promueve valores como la sensibilidad, la solidaridad y la escucha entre padres e hijos. Basada en la saga literaria de Cressida Cowell, la cinta relata cómo un joven vikingo, Hipo, decidió no matar a un dragón y, en cambio, entabló amistad con él. Al comprender el miedo de la criatura, el protagonista renunció a la fuerza bruta y eligió el entendimiento y la empatía.

Romper con la violencia

Esta decisión alteró el rumbo de su comunidad y demostró que las relaciones humanas pueden construirse sin dominación ni agresividad. Según Ramos Gutiérrez, esta narrativa puede ser clave para cuestionar mandatos de masculinidad tradicionales basados en la violencia. El actor Mason Thames, quien interpretó a Hipo en esta nueva versión, aseguró que su vínculo con el personaje nació desde la infancia.

Thames compartió en entrevistas que se disfrazó de Hipo cuando era niño y siempre lo consideró su héroe personal. A sus 18 años, dijo sentirse orgulloso de representar a un personaje que fomentó valores positivos y resilientes. El joven actor mencionó que interpretar a Hipo le permitió explorar facetas emocionales profundas con las que muchos adolescentes podrían identificarse.

Héroes identificables para la juventud

La película también abordó temas como el respeto hacia los animales, el trabajo en equipo y la superación del duelo. A través de la relación entre Hipo y el dragón Chimuelo, se ilustró el poder de la cooperación por encima de la confrontación. Además, la historia propuso la importancia del perdón, tanto en el plano familiar como en el social, al mostrar los efectos del diálogo intergeneracional.

Ramos Gutiérrez sostuvo que esta obra cinematográfica puede ser una herramienta educativa para docentes, psicólogos y familias. Especialistas señalaron que el cine, cuando se acompaña de reflexión crítica, puede fortalecer vínculos comunitarios e impulsar procesos de cambio cultural. Ramos consideró que producciones como ¿Cómo entrenar a tu dragón? ofrecieron representaciones alternativas para construir masculinidades sanas y pacíficas. –sn–