Profeco advierte sobre riesgos nutricionales. Piezas de carne y aditivos.
Por Gabriela Díaz | Reportera
Los embutidos son productos cárnicos elaborados con mezclas de carne de diferentes animales y aditivos. La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) alertó sobre la baja calidad nutricional de algunas marcas presentes en el mercado.
La Revista del Consumidor explicó que existen múltiples tipos de embutidos: cárnico, cárnico cocido, cocido de cerdo y pavo, y cárnico cocido. A pesar de sus diferencias, suelen encontrarse junto a jamones comerciales, lo que puede confundir a los compradores.
Estos productos contienen carne picada de cerdo, res, pollo, pavo o incluso solo soya. A ello se agregan sal, agua, azúcar, fosfatos, conservantes y nitritos. La Profeco advirtió que no existe una norma oficial que regule el contenido exacto ni la denominación de estos productos.
Pocas marcas con estándares
La recomendación de las autoridades es optar por embutidos de marcas reconocidas que cumplan estándares de calidad. La ausencia de normatividad específica permite que algunos productos se vendan con etiquetas poco claras. En diversos casos, los embutidos no contienen carne real, sino pastas cárnicas o soya procesada. Esto reduce su valor nutricional frente a otros productos como el jamón.
El contenido elevado de sodio y aditivos representa un riesgo para la salud cuando se consumen de manera habitual. Por eso, se aconseja moderar su ingesta. La Profeco indicó que el exceso en el consumo de estos alimentos puede impactar negativamente el sistema cardiovascular.
Impacto en salud pública
Especialistas señalaron que las enfermedades derivadas de alimentos procesados han aumentado en las últimas décadas. El abuso en la ingesta de embutidos se asocia a hipertensión y sobrepeso. El alto contenido de sodio incrementa la presión arterial y puede afectar el funcionamiento del corazón. Las grasas saturadas y los conservadores elevan aún más estos riesgos.
La Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) recomendó limitar el consumo de carne procesada a no más de 50 gramos por día. Según esta agencia, la ingesta excesiva de productos como embutidos podría aumentar el riesgo de ciertos tipos de cáncer.
No todos contienen carne
La Profeco identificó que algunos productos clasificados como embutidos están compuestos principalmente de soya o aditivos. Esto significa que su aporte nutricional es bajo comparado con otros alimentos cárnicos. Además, varios contienen almidones y colorantes que simulan textura y sabor, sin aportar proteínas de origen animal.
A pesar de estar a la venta en supermercados, muchos de estos productos no informan adecuadamente su contenido en el etiquetado. El organismo recomendó leer con cuidado las etiquetas y evitar aquellos productos que no detallen su composición.
Revisión de etiquetas y marcas
Para proteger su salud, los consumidores deben revisar el contenido nutricional, porcentaje de carne y presencia de aditivos. Las marcas con certificaciones de calidad son las más confiables. Las autoridades sanitarias reiteraron que los embutidos no deben consumirse diariamente. Su ingesta ocasional, combinada con una dieta equilibrada, representa menor riesgo.
La falta de regulación oficial sigue siendo una preocupación para asociaciones de defensa del consumidor. Profeco concluyó que continuará supervisando el etiquetado y composición de productos procesados en el país. –sn–


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