ASA y expertos exigieron gravar bebidas azucaradas, alcohol y tabaco por su impacto en salud. Urgen medidas contra productos nocivos.

Por Martín García | Reportero                                      

La Alianza por la Salud Alimentaria (ASA) solicitó al gobierno federal establecer impuestos altos a productos vinculados a enfermedades crónicas. Argumentó que el tabaco, el alcohol y las bebidas azucaradas causaron miles de muertes prematuras cada año.

La petición se sustentó en la propuesta “3 para el 35” presentada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) el pasado 2 de julio. La iniciativa recomienda elevar los impuestos hasta un 50 % para 2035.

La ASA aseguró que estas sustancias provocaron altos costos para los sistemas de salud pública. También afectaron directamente la economía de las familias mexicanas, mientras empresas transnacionales obtuvieron ganancias millonarias.

El planteamiento fue dirigido a la presidente Claudia Sheinbaum, al secretario de Salud, David Kershenobich, y al titular de Hacienda, Edgar Amador, así como al Congreso de la Unión.

Riesgos por consumo nocivo

El colectivo alertó que ni el sistema público de salud ni las familias pueden absorber los efectos de estos productos. Las organizaciones indicaron que el consumo masivo de bebidas azucaradas, tabaco y alcohol genera un gasto que supera en más de mil por ciento lo que pagan las corporaciones en impuestos.

Advirtieron que las consecuencias no solo son médicas sino económicas y sociales. Señalaron que se requieren medidas fiscales efectivas para reducir su consumo y atender los daños provocados.

La ASA enfatizó que el uso de recursos públicos para atender enfermedades asociadas no puede seguir sin una política fiscal responsable. Subrayó que estos impuestos también generarían fondos para programas de salud y prevención.

También recordó que estos productos figuran entre los principales factores de riesgo de muerte en México.

Informe revela costo social

El pasado 17 de junio, FUNDAR y El Poder del Consumidor presentaron el informe “Impuestos Saludables. Más recursos para la Salud Pública”. En él, detallaron los costos económicos generados por estas sustancias, equivalentes al 2.07 % del PIB por alcohol, 0.57 % por tabaco y 1.78 % por obesidad y sobrepeso.

A pesar de estos impactos, el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) apenas representa el 0.6 % del PIB. Las organizaciones señalaron que el ingreso generado es insuficiente para contrarrestar los daños.

El estudio propuso una reconfiguración del IEPS para alinearlo con los costos sociales y sanitarios que genera el consumo de productos ultraprocesados. La ASA consideró que este ajuste es inaplazable.

Además, destacó la falta de correspondencia entre la carga fiscal actual y la magnitud del problema de salud pública.

Apoyo internacional a la medida

La OMS no fue la única entidad en apoyar la imposición de estos impuestos. Tanto el Banco Mundial como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) respaldaron la aplicación de los llamados Impuestos Saludables.

La ASA explicó que esta política no es solo recomendable, sino indispensable para la viabilidad financiera del sistema de salud. Además, ayudaría a desarrollar una política pública integral y coherente.

El documento “3 para el 35” plantea tres objetivos: reducir el consumo mediante menor asequibilidad, aumentar ingresos fiscales y generar respaldo político y social.

Las organizaciones indicaron que varios ministerios, universidades y colectivos ciudadanos ya manifestaron su disposición a colaborar en su implementación.

Propuesta a Sheinbaum

Con base en estos argumentos, la ASA exhortó directamente a la presidente Claudia Sheinbaum a establecer los impuestos lo antes posible. Argumentó que esta medida responde a un principio de justicia social.

En el pronunciamiento participaron exdirectores de institutos nacionales de salud, académicos y más de un centenar de especialistas. El consenso fue que México debe actuar de inmediato para proteger a su población.

Indicaron que posponer esta medida implicaría mayores costos humanos y económicos para el país. También advirtieron que las industrias presionan políticamente para evitar estas regulaciones.

Finalmente, la ASA insistió en que los impuestos pueden salvar vidas y fortalecer el sistema de salud en su conjunto. –sn–

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