Resaltan legado cultural y raíces ancestrales

Por Fausto Hernández | Reportero                                                       

La conmemoración por los 700 años de la fundación de México-Tenochtitlán reunió a autoridades federales y capitalinas. Desde el Zócalo de la Cdmx, miles de personas presenciaron un acto oficial lleno de simbolismo. El evento reafirmó la herencia viva de los pueblos originarios en la historia nacional.

Clara Brugada rindió homenaje

La jefa de gobierno capitalino, Clara Brugada Molina, aseguró que la civilización mexica sigue presente. Mencionó que su influencia se mantiene en la cultura, lengua, memoria y prácticas sociales de la capital. Subrayó que reencontrarse con las raíces ayuda a fortalecer la identidad nacional.

Durante su intervención, evocó el momento mítico de la fundación: el águila sobre el nopal emergiendo de la roca. Esa imagen, dijo, marcó el fin de la peregrinación mexica y el inicio de una gran civilización. Recordó que ese símbolo aún guía a los habitantes de la capital.

Brugada Molina afirmó que Tenochtitlán fue ejemplo de conocimiento, organización y respeto por la naturaleza. Mencionó sus calzadas, chinampas, mercados y templos como referentes de su grandeza. Expresó que la ciudad deslumbró a quienes la visitaron antes de la colonización.

Símbolos que perduran

También rindió homenaje a líderes históricos como Moctezuma, Cuitláhuac, Cuauhtémoc y Tecuichpo. Reconoció a las deidades femeninas mexicas como Coatlicue y Tlaltecuhtli como símbolos de poder ancestral. Añadió que esos nombres siguen vivos en el lenguaje y la cultura popular.

En su mensaje final, recuperó las palabras de cronistas indígenas que celebraron el espíritu eterno de Tenochtitlán. Afirmó que la gloria de esa ciudad no se ha borrado, pues sigue en la sangre de su pueblo. “Mientras exista el mundo, vivirá para siempre la gloria de México-Tenochtitlán”, expresó.

Presencia de Claudia Sheinbaum

La presidente de México, Claudia Sheinbaum Pardo, acompañó el acto protocolario en el corazón de la ciudad. Aseguró que Tenochtitlán no representa un pasado muerto, sino una raíz que late en la cotidianidad. Dijo que su influencia se nota en costumbres, palabras y expresiones de identidad.

Ante miles de asistentes, recordó que Tenochtitlán fue símbolo de poder, ciencia y visión política. Mencionó que su desarrollo se construyó en armonía con la tierra, los ciclos naturales y la astronomía. Enfatizó que fue una civilización de orden, sofisticación y belleza urbana.

Legado de pueblos originarios

Sheinbaum Pardo señaló que ese legado se expresa en el náhuatl, el maíz y la medicina tradicional. Indicó que vive en los nombres de pueblos, montañas y en la resistencia cultural de los pueblos indígenas. Recordó que México no nació en 1521, sino con las grandes civilizaciones prehispánicas.

Mencionó a los mayas, zapotecas, mixtecos, purépechas y mexicas como pilares históricos de esta nación. Aseguró que sus saberes y espiritualidad forman parte esencial del México contemporáneo. Celebró que esa historia se reconozca desde el poder público como parte de la memoria colectiva.

Acto simbólico en la capital

La ceremonia incluyó danzas, música tradicional y discursos cargados de simbolismo ancestral. Delegaciones de diversos pueblos indígenas asistieron al acto con vestimenta ceremonial y estandartes. El público respondió con ovaciones en momentos clave del evento.

Al término de los discursos, se realizó un recorrido simbólico en el Zócalo, con representación de elementos mexicas. Participaron estudiantes, investigadores y líderes de comunidades originarias del país. Las autoridades afirmaron que este tipo de actos reafirman el compromiso con la historia viva.

Compromiso con la memoria

En un mensaje conjunto, Brugada Molina y Sheinbaum Pardo reafirmaron su interés por impulsar el reconocimiento indígena. Indicaron que la memoria histórica debe formar parte de las políticas públicas en educación, cultura y territorio.

La Secretaría de Cultura federal y local organizó exposiciones y actividades paralelas en el Centro Histórico. Se presentaron códices, maquetas y material audiovisual sobre la fundación de Tenochtitlán. Las actividades continuarán durante el mes con acceso gratuito.

Zócalo, espacio ceremonial

El evento ocurrió frente a la réplica del Teocalli de la Guerra Sagrada, ubicada en la plancha del Zócalo. Este monumento simboliza la fundación mítica y política de la capital ancestral. A su alrededor se colocaron altares y flores en honor a los dioses mexicas.

Asistieron autoridades del gobierno federal, representantes de pueblos indígenas y académicos especializados. El público llenó los alrededores desde las primeras horas del día. Medios nacionales e internacionales cubrieron la ceremonia.

Reconocimiento a los ancestros

La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas apoyó la participación de comunidades originarias. Los asistentes leyeron textos en náhuatl, otomí, mazahua y otras lenguas indígenas del centro del país.

Durante la ceremonia, se agradeció a la tierra, al agua, al fuego y al viento como elementos sagrados. El ritual fue guiado por sabios tradicionales con permiso ceremonial. Se compartieron flores, copal y maíz como ofrenda simbólica.

Celebración continuará en agosto

El evento por los 700 años se enmarca en una serie de celebraciones culturales y educativas. La jefa de gobierno confirmó que habrá foros, conferencias, talleres y muestras en distintos puntos de la capital.

Escuelas públicas de la ciudad incluirán actividades relacionadas con la historia mexica durante agosto. Las autoridades culturales invitaron a la ciudadanía a sumarse y reflexionar sobre el origen profundo de México. –sn–

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