Este domingo partió un contingente militar desde Santa Lucía hacia la ciudad de Culiacán, en Sinaloa. 90 efectivos se suman a operativos militares en Culiacán.
Por Martín García | Reportero
Noventa integrantes del Cuerpo de Fuerzas Especiales del Ejército Mexicano despegaron en un avión C-130 Hércules de la Fuerza Aérea Mexicana con destino a la Base Aérea Militar No. 10, en el estado de Sinaloa.
El traslado ocurrió dentro de la Estrategia Nacional de Seguridad Pública, como parte de los operativos conjuntos en la región. La movilización se integró al despliegue de la 9/a. Zona Militar, conformada por elementos del Ejército, Fuerza Aérea y Guardia Nacional.
Despliegue operativo en Sinaloa
Los refuerzos se sumaron a las unidades de Fuerzas Especiales y Fusileros Paracaidistas incorporadas los días 22 y 23 de julio. Dichas tropas ya operaban en distintos puntos de la entidad para apoyar en labores de seguridad.
El propósito principal de la misión fue respaldar a las autoridades estatales y municipales, fortaleciendo la legalidad y reduciendo hechos delictivos. La acción forma parte de una estrategia de colaboración entre instancias federales, estatales y locales.
Refuerzo desde Santa Lucía
La movilización desde la Base Aérea Militar No. 1, en el Estado de México, respondió a una necesidad estratégica. El arribo de tropas a Culiacán permitió reorganizar las tareas de vigilancia y reacción ante escenarios de riesgo.
El uso del avión de transporte pesado C-130 Hércules facilitó un despliegue rápido y seguro de los efectivos. Este tipo de aeronave tiene capacidad para movilizar personal y equipo a grandes distancias, sin escalas intermedias.
Acciones contra la violencia
Las unidades desplegadas trabajaron en coordinación con mandos de la Guardia Nacional y corporaciones locales. Las patrullas mixtas realizaron labores de reconocimiento, presencia disuasiva y respuesta inmediata ante reportes ciudadanos.
Las autoridades enfatizaron que las acciones buscan garantizar el orden y la tranquilidad de la población. En ese sentido, se reforzó la vigilancia en zonas identificadas con altos índices delictivos.
Protección a la población civil
De acuerdo con información oficial, el objetivo fue preservar la paz pública sin afectar las actividades cotidianas. El despliegue incluyó tareas de proximidad con los habitantes para generar confianza y legitimidad.
El reforzamiento forma parte de una política federal que prioriza el uso responsable de la fuerza y el respeto a los derechos humanos. La operación se realizó bajo protocolos establecidos por la Secretaría de la Defensa Nacional.
Colaboración interinstitucional
Las acciones en Sinaloa contaron con la coordinación de autoridades de los tres órdenes de gobierno. Las reuniones operativas se llevaron a cabo diariamente para definir puntos estratégicos de patrullaje y vigilancia.
El despliegue también contempló el intercambio de información de inteligencia para prevenir posibles hechos delictivos. Se priorizó la neutralización de actividades que pongan en riesgo a la población.
Apoyo con tecnología militar
Los elementos de Fuerzas Especiales estuvieron equipados con tecnología de punta para operaciones en entornos urbanos y rurales. También contaron con vehículos tácticos y armamento especializado para reacción rápida.
Las unidades permanecieron en contacto con centros de mando regionales para recibir instrucciones en tiempo real. Esto permitió reaccionar de forma inmediata ante cualquier incidente de seguridad.
Reacción ante situaciones de riesgo
Las autoridades informaron que las Fuerzas Especiales se activaron como una medida preventiva en el marco de la Estrategia Nacional. Su presencia generó condiciones de seguridad en zonas donde se habían registrado enfrentamientos.
Además, la acción militar sirvió para reducir la capacidad de operación de células del crimen organizado. El operativo fue respaldado por la población en distintas comunidades.
Balance preliminar del despliegue
Hasta el momento, las autoridades no reportaron enfrentamientos durante el despliegue de los 90 efectivos. Sin embargo, continuaron con las tareas de reconocimiento en los municipios con mayor incidencia delictiva.
La presencia de elementos especializados del Ejército y la Fuerza Aérea buscó generar un entorno seguro para el desarrollo social. Las autoridades reiteraron su compromiso con la paz en la región.
Continúa estrategia en la región
El operativo en Culiacán se mantuvo activo con patrullajes coordinados y presencia permanente. Las unidades desplegadas continuaron con su misión en apoyo a las labores locales de seguridad pública.
El refuerzo militar no solo atendió situaciones emergentes, también reforzó puntos clave en carreteras, entradas y salidas del estado. Las tareas se realizaron sin alterar la vida cotidiana de los habitantes. –sn–


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