Joven premiada en el Congreso reclama que los diputados “no trabajan lo suficiente”. Nafin ofrece productos y servicios financieros y no financieros con enfoque de género
Por Luis Muñoz
Habrá algunos para quienes el término “cuidados” no les diga mucho, o no sea de la mayor trascendencia, pero importa y demasiado por su relevancia: significa que la gente tengan acceso al bienestar, especialmente quienes cuidan a personas con discapacidad, enfermedades crónicas o en situación de dependencia.
Pero esto no es nuevo. Desde la década de los 70s, distintos movimientos sociales, con perspectiva feminista, introdujeron en la discusión pública los cuidados a partir de diferentes terminologías como “trabajo doméstico”, “trabajo reproductivo”, “trabajo afectivo” y, finalmente, “cuidados”, visualizando ciertas características implícitas del cuidado, tales como invisibilidad del trabajo, falta de asignación de valor, desconsideración social, no remuneración, jornadas sin horario determinado y sin vacaciones, y aislamiento de quien lo realiza.
Este martes, el diputado Pablo Trejo manifestó desde la tribuna del Congreso de la Ciudad de México su total respaldo y reconocimiento a la jefa de Gobierno, Clara Brugada, tras la presentación de la Iniciativa de Ley del Sistema de Cuidados que busca garantizar el derecho universal al cuidado y dignificar el trabajo no remunerado.
Para el legislador, la presentación de este sistema no sólo es un acto de justicia social, sino también una estrategia inteligente para reconocer, redistribuir y reducir las tareas de cuidado que históricamente han recaído de manera desproporcionada en las mujeres.
En tal sentido, el diputado Trejo destacó la importancia de la iniciativa (fundamentada en el Artículo 9 de la Constitución de la Ciudad de México) reconociendo el derecho al cuidado como un derecho humano inherente.
“Este sistema, dijo, es un paso crucial para nuestra capital, pues reconoce el cuidado, el ser cuidado y el auto-cuidado como derechos humanos universales e indispensables para la sostenibilidad de la vida y la sociedad”.
Subrayó que el sistema reconoce los trabajos de cuidado no remunerados como “productivos y esenciales para la reproducción social, pues generan un valor económico y social significativo y contribuyen al bienestar colectivo”.
Por tanto, celebró que la iniciativa procure que las tareas de cuidado no estén determinadas por roles de género, sino que se distribuyan entre las personas, el gobierno, el sector privado y el social.
El sistema busca erradicar la división sexual del trabajo, considerándola un mecanismo que propicia la desigualdad de género.
El diputado Pablo Trejo resaltó la atención prioritaria que el sistema dará a personas en situación de dependencia, como la infancia y la vejez, así como a quienes están a cargo de su cuidado de manera no remunerada; el objetivo de las autoridades es prestar servicios públicos universales y de calidad.
Trejo Pérez reiteró su compromiso de trabajar en conjunto para la implementación de esta política pública que reafirma principios fundamentales de la Constitución capitalina como la igualdad sustantiva y la no discriminación.
“Con esta iniciativa, enfatizó, la Ciudad de México se posiciona a la vanguardia en el respeto a los derechos humanos y la búsqueda de una más justa distribución del ingreso”.
Pero ¿qué dice el Instituto Nacional de Salud Pública, al respecto?
Considera que no existe un consenso sobre lo que debe entenderse como cuidado, aunque las diversas definiciones comparten conceptos relacionados con el apoyo y atención que lo distinguen de otras actividades; en este sentido, se reconoce que “todos somos susceptibles de recibir cuidados durante el curso de la vida”.
Aunque todas las personas podríamos requerir cuidados prolongados a consecuencia de enfermedad o accidente, no todas las personas con discapacidad o personas mayores requieren este tipo de cuidados. La necesidad de servicios de cuidados se debe medir en función de la prevalencia y del nivel de dependencia funcional, es decir, el grado de dificultad para realizar las actividades básicas de la vida diaria.
Hace unos años se decía que si bien el debate sobre el sistema nacional de cuidados estaba cobrando impulso en los ámbitos académico y político, es importante puntualizar que las cuestiones de género y cuidado de las infancias a menudo eclipsan el componente relativo a las personas mayores.
Para el INSP, en un contexto de desigualdad, rezago social, necesidades de salud crecientes y un proceso de envejecimiento acelerado, es indispensable vincular el sistema de salud con el sistema social de cuidados.
Las decisiones presupuestarias y de política pública que el gobierno toma cada año podrían tener efectos de largo plazo en el bienestar de los ciudadanos.
Sin embargo, debe reconocerse que el monitoreo y la evaluación han ganado relevancia en la administración pública para informar tanto del uso de los recursos públicos como del desempeño de las intervenciones de política pública, particularmente para los implementadores de los programas públicos y los tomadores de decisiones en el gobierno.
Para el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), es prioritario incentivar un proceso en el que, a partir de la evidencia sobre lo que funciona, y no, en política pública, sea posible emitir recomendaciones específicas que sean utilizadas por los responsables del diseño y la operación de las intervenciones de los gobiernos a fin de que se tomen mejores decisiones de política pública.
Hay que decir que las actividades relacionadas con el cuidado han estado presentes desde el origen de la especie humana y han permitido su supervivencia a lo largo de la historia.
Cuando una persona nace, no puede alimentarse por sí mismas y requiere apoyo para conservar el calor, y lo mismo ocurre cuando se enferma o tiene alguna limitación, por lo que somos desde el nacimiento una de las especies más vulnerables.
El cuidado como actividad humana tiene por lo menos dos elementos de gran relevancia. Por un lado, su carácter necesario para el desarrollo de la vida, y por el otro, su carácter afectivo/solidario.
Desde la década de los 70 ya se planteaba esta situación. Con el tiempo, y en gran parte debido a dichos movimientos sociales, los cuidados se reconocieron como derechos, justo es lo que propone el Gobierno de la Ciudad de México y que respalda el diputado Pablo Trejo.
UN TRAGO AMARGO
La entrega de premios a la juventud, este martes en el Congreso de la Ciudad de México, transcurrió, como tantas otras veces, sin sobresaltos, hasta que subió a tribuna Ana Karen Sotero Salazar, de 23 años, para pronunciar un encendido y apasionado discurso que las y los diputados escucharon incrédulos y sin pestañear.
Qué las y los diputados sigan el curso de las sesiones sin poner atención, no es ninguna novedad. Pero nadie se había atrevido a soltarles en su cara que sean congruentes y que la entrega de reconocimientos sea consecuente con su interés.
Así que después de que legisladoras y legisladores lanzaron elogios a los jóvenes por su importante aporte al país, Karen Sotero, con la pasión a flor de piel, les reclamó a los representantes populares que no trabajan lo suficiente para garantizar empleos dignos, salud accesible y educación para los jóvenes.
Obligados a poner atención a lo que decía en tono fuerte y con la mirada clavada en las curules, acusó que no hay resultados contra el narcotráfico y que eso sigue llevando a muchos al crimen organizado.
Con la mirada fija en la joven Karen, no perdían detalle de cuando decía. Apoyada en su experiencia personal reveló que su comunidad fue golpeada por el narco y ¡jamás recibió atención de las autoridades!
Si alguna vez algunos dijeron que las y los diputados no ponen atención a las discusiones, nadie había expresado tan claro y directo como Karen. Qué la entrega de premios no sea solo un acto protocolario, sino un acto de interés genuino.
¿Y qué es lo que veo?
Que platican, se toman fotos y platican como si nada.
Y siguió…
“Me parece una falta de respeto que cuando estamos aquí, incluso recibiendo el premio, no nos hagan caso; están en sus propias conversaciones. ¿Qué clase de actitud es esta?”
A los integrantes que asistieron, no les quedó de otra que aplaudir.
¿Les caló lo dicho?
Habrá quién se quedó con las ganas de decir: ¡que paren a esa niña! Y otros que: “le ganó la pasión”.
Lo cierto es que ahí tienen a una buena oradora y, quizá, solo quizá, con tiempo la veamos como diputada.
IGUALDAD DE GÉNERO
Como parte de los esfuerzos institucionales para consolidar un modelo de desarrollo sostenible con enfoque inclusivo, Nacional Financiera llevó a cabo la primera sesión de su Grupo de Trabajo de Género (GTG), en el marco de la Estrategia Nafin Sostenible y en línea con la implementación del Sello de Igualdad de Género para Instituciones Financieras Públicas (SIG-IF) del PNUD.
El objetivo de este Grupo es contribuir de manera efectiva y transversal a la reducción de las brechas de género mediante las políticas y servicios de la institución. Para lograrlo, el GTG será el encargado de asegurar la implementación de la Política de Igualdad de Género de Nafin y su Plan de Acción.
En México, Nafin es pionera en participar de esta iniciativa. Se espera que esta cooperación acompañe al GTG y a la institución a definir acciones para diseñar y ofrecer productos y servicios financieros y no financieros con enfoque de género, así como medir las brechas existentes, definir y avanzar en indicadores clave para la igualdad, evaluar el impacto de las intervenciones y proponer iniciativas género-transformadoras para inversiones estratégicas.
*Periodista: lm0007tri@yahoo.com.mx
Columna anterior: El Gcdmx protegerá a inquilinos de desalojos ilegales: Paulo García


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