Claudia Sheinbaum confirmó desabasto de combustible y prometió solución inmediata en Chiapas. Problema en Puerto Chiapas.

Por Paola Ramírez | Reportera                                                       

La presidente Claudia Sheinbaum reconoció que existe un desabasto de combustible en el estado de Chiapas. Explicó que la situación se originó por el bloqueo de operadores de pipa en los accesos al centro de almacenamiento de Puerto Chiapas. Estos trabajadores protestaron por la falta de pago derivada de contratos pendientes con las autoridades competentes.

Sheinbaum aseguró que la distribución de combustible hacia la región no se había interrumpido en su totalidad. Indicó que el producto seguía llegando, pero que el conflicto contractual con los transportistas limitó su salida a las estaciones de servicio. Señaló que el gobierno federal ya analizaba medidas para dar una solución pronta.

Durante su tradicional conferencia de prensa, la mandataria federal puntualizó que el problema estaba identificado y en vías de resolverse. Reiteró que las negociaciones con los operadores de pipa permitirían normalizar el suministro en las próximas horas.

Aunque en redes sociales circularon reportes de afectaciones en otros estados, la presidente precisó que la situación se concentraba en Chiapas. Afirmó que no existía evidencia de un desabasto generalizado de combustibles en el resto del país.

Afectación localizada

En varios municipios chiapanecos, automovilistas reportaron largas filas en gasolineras y tiempos de espera prolongados. Algunos distribuidores aplicaron restricciones en la venta para evitar quedarse sin inventario.

El bloqueo en Puerto Chiapas impidió la carga y despacho de pipas hacia distintas zonas del estado. Esta acción provocó que el combustible almacenado no pudiera distribuirse de manera regular.

Autoridades locales confirmaron que el conflicto obedecía a adeudos pendientes con los transportistas. Estos exigieron el pago inmediato como condición para levantar los bloqueos y permitir el acceso a las instalaciones.

La presidente Sheinbaum sostuvo que la prioridad era garantizar el suministro a hospitales, servicios de emergencia y transporte público. También afirmó que se mantendría un monitoreo constante en la zona.

Contratos en revisión

El gobierno federal revisaba la situación contractual con las empresas que operan las pipas de transporte. De acuerdo con información oficial, el retraso en pagos se vinculó a diferencias en la interpretación de acuerdos vigentes.

Los operadores de pipa mantuvieron la protesta hasta obtener una respuesta definitiva sobre sus demandas económicas. Mientras tanto, las estaciones de servicio recibieron despachos limitados para atender solo la demanda urgente.

En su intervención, Sheinbaum descartó que el problema estuviera relacionado con escasez de producción de combustible. Indicó que la refinería y centros de abasto continuaban operando con normalidad.

Subrayó que el restablecimiento de la cadena de distribución en Chiapas dependería de la liberación de los accesos bloqueados. Confirmó que se trabajaba en un acuerdo para poner fin a la protesta de forma pacífica.

Perspectivas de solución

Representantes de los transportistas y autoridades federales se reunieron en busca de un arreglo económico. Las conversaciones incluyeron la posibilidad de pagos parciales mientras se resolvían los detalles contractuales.

El desabasto parcial afectó principalmente a la capital, Tuxtla Gutiérrez, y a municipios cercanos. En algunos casos, estaciones de servicio optaron por cerrar temporalmente para evitar conflictos con usuarios.

El gobierno federal desplegó personal para coordinar acciones con la Guardia Nacional en la zona. El objetivo fue garantizar la seguridad en los puntos de bloqueo y prevenir incidentes mayores.

Sheinbaum reiteró que el problema debía solucionarse a la brevedad para evitar afectaciones prolongadas. Manifestó que la intención era lograr un acuerdo que beneficiara tanto a los transportistas como a la población.

Compromiso de restablecimiento

Concluyó que la estrategia del gobierno federal se centraba en liberar el acceso a Puerto Chiapas. Una vez alcanzado el acuerdo, el combustible sería distribuido de manera inmediata a los puntos afectados.

Las autoridades estimaron que la normalización del suministro podría concretarse en el corto plazo. No obstante, advirtieron que cualquier retraso en la negociación prolongaría la situación.

El caso puso de relieve la importancia de la coordinación entre operadores de transporte y autoridades. La falta de pago y el bloqueo de instalaciones demostraron la vulnerabilidad de la cadena logística.

Finalmente, Sheinbaum afirmó que el seguimiento al caso continuaría hasta garantizar el abasto total en Chiapas. Señaló que la experiencia serviría para prevenir conflictos similares en el futuro. –sn–

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