Rescataron a dos menores en Oaxaca; una murió por graves daños de salud.

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

En Oaxaca, fuerzas de seguridad, la Fiscalía de Justicia y la Procuraduría del Menor y la Familia rescataron a dos niñas indígenas loxichas víctimas de violencia física y abuso por parte de sus padres. El hecho conmocionó a la población y generó un amplio operativo de protección infantil.

La intervención derivó en el traslado de las menores a un refugio del DIF estatal, donde recibieron atención médica y psicológica. Sin embargo, una de ellas, de apenas cuatro meses, murió en el Hospital Civil debido a su delicado estado de salud.

Los médicos informaron que la bebé presentaba un cuadro avanzado de desnutrición y anemia, así como una malformación congénita. Según la investigación inicial, la madre habría consumido drogas durante el embarazo, lo que afectó gravemente el desarrollo de la menor.

Difusión del caso en redes

El caso adquirió notoriedad nacional al difundirse un video en redes sociales. En las imágenes se observó a la madre de una de las víctimas agrediendo físicamente a la niña mayor en la plaza pública del municipio de Santa Catarina Loxicha. La grabación provocó indignación y múltiples denuncias ciudadanas.

A partir de una denuncia anónima, la Fiscalía de Justicia de Oaxaca localizó a las menores en un domicilio del municipio y coordinó su rescate. Ambas fueron puestas bajo resguardo del DIF estatal, donde se iniciaron protocolos médicos y legales.

La niña mayor, de siete años, recibió una medida cautelar que incluye atención por desnutrición y terapia psicológica. Su estado de salud mostró mejoría durante los primeros días en el refugio.

Mientras tanto, la hermana menor fue ingresada a la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Civil. A pesar de los esfuerzos médicos, la bebé falleció por complicaciones derivadas de anemia severa, mal congénito y neumonía.

Apertura de carpeta de investigación

La vicefiscal de Combate a la Violencia de Género, Margarita Guzmán Corzy, informó que se abrió una carpeta de investigación por violencia intrafamiliar. Los padres se encuentran en calidad de indiciados mientras se desarrollan las diligencias ministeriales.

Se programó la necropsia de ley a la menor fallecida, la cual será clave para establecer la responsabilidad penal del padre y evaluar las lesiones de la hermana sobreviviente.

De acuerdo con el expediente preliminar, el historial de violencia familiar y consumo de drogas por parte de los padres fue documentado por autoridades comunitarias.

La Procuradora de la Niñez y la Familia del DIF estatal, Yarith Hernández García, indicó que la menor sobreviviente permanecerá bajo custodia del estado hasta que un juez determine su futuro legal.

Protección de menores vulnerables

La funcionaria informó que actualmente el DIF estatal mantiene bajo resguardo a 49 niños víctimas de abandono o violencia física. Entre los casos más comunes se encuentran aquellos vinculados a la drogadicción y conflictos familiares severos.

Señaló que el organismo proporciona asistencia médica, psicológica y legal para garantizar la integridad de los menores en custodia. Cada caso sigue un protocolo estricto de evaluación social y judicial.

La muerte de la bebé loxicha generó la intervención de organismos de derechos humanos, que acompañarán el seguimiento procesal. El Ministerio Público mantiene entrevistas con testigos y vecinos para documentar episodios previos de agresiones. Las pruebas serán incorporadas a la carpeta de investigación.

Avance del proceso judicial

El juicio contra los padres podría incluir agravantes por violencia contra menores y homicidio calificado. La tipificación final dependerá de los resultados periciales y testimoniales.

Autoridades judiciales advirtieron que el caso se manejará con perspectiva de derechos de la infancia, siguiendo estándares internacionales.

Se prevé que el informe final de necropsia esté listo en los próximos días. Dicho documento será decisivo para la vinculación a proceso de los responsables. Mientras tanto, la menor de siete años recibe atención integral, con prioridad en su recuperación física y emocional. –sn–

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