El verano exige hidratación adecuada y una alimentación equilibrada para toda la familia.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
El verano fue identificado como una de las temporadas más esperadas del año, caracterizada por clima cálido, vacaciones y aumento de actividades recreativas al aire libre. En este contexto, especialistas consideraron fundamental promover una alimentación equilibrada que mantuviera la salud y bienestar familiar.
Los cambios de rutina, mayor consumo de alimentos fuera de casa y menor actividad física impactaron negativamente en los hábitos alimenticios. Por ello, reforzar prácticas saludables resultó clave para evitar efectos adversos en esta época.
Aumento de peso en vacaciones
Un análisis realizado por la Clínica del Médico Bariatra de David Montalvo, especialista en Medicina Cannábica, evaluó a 300 personas antes y después del periodo vacacional. El estudio reveló que el 60% aumentó en promedio tres kilos y el 10% subió cinco o más.
El especialista indicó que este aumento, acumulado de forma gradual e imperceptible, rara vez se revirtió solo con retomar la rutina habitual. Recomendó tomar medidas concretas para recuperar el equilibrio físico.
Según el médico, prevenir complicaciones relacionadas con el sobrepeso requería acciones específicas. No bastaba con el simple regreso a la actividad cotidiana.
Recomendaciones alimenticias
El especialista propuso desayunos nutritivos, colaciones frescas y cenas ligeras para mantener hábitos saludables. Además, aconsejó prestar atención a la hidratación diaria, con al menos dos litros de agua o infusiones frías como jamaica, té verde o hierbabuena sin azúcar.
Para quienes preferían sabores dulces, sugirió edulcorantes sin calorías como sucralosa o extracto del fruto del monje. Estas prácticas ayudaron a mantener el equilibrio del organismo.
En el caso de los niños, planteó sustituir cereales procesados por avena cocida con leche descremada y fruta fresca, acompañada de huevo y tortilla de maíz. Para colación, recomendó frutas o verduras frescas con limón y chile.
Alimentación principal y postres
El médico sugirió que las comidas comenzaran con ensaladas variadas, seguidas de sopas o verduras al vapor y platillos bajos en grasa. También propuso evitar los alimentos empanizados.
Como postres o meriendas, mencionó paletas caseras de yogurt natural sin azúcar y nieves de frutas endulzadas con fructosa o edulcorantes.
En la cena, recomendó opciones ligeras como frutas con queso cottage o rollitos de pechuga de pavo con quesos bajos en grasa sobre lechuga.
CBD y control del apetito
El especialista afirmó que el consumo diario de entre 5 y 20 miligramos de cannabidiol (CBD) redujo el apetito. Señaló que este extracto del cáñamo no provocó efectos secundarios nocivos.
El cannabidiol resultó compatible con diferentes dietas de reducción de peso. Estudios clínicos respaldaron su eficacia como apoyo en la pérdida del peso ganado en vacaciones.
Según el especialista, el uso de CBD, junto con hábitos alimenticios adecuados, fortaleció los resultados para mantener un peso saludable.
Objetivo: hábitos sostenibles
El médico puntualizó que las acciones recomendadas favorecieron no solo la reducción del peso adquirido en verano. También promovieron una alimentación equilibrada y sostenible en el tiempo.
Con estas medidas, afirmó, las familias lograron conservar un peso sano, fomentando hábitos balanceados.
Las sugerencias se enfocaron en aplicar cambios simples pero efectivos en la rutina diaria. Su meta fue cuidar la salud a largo plazo. –sn–


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