La pobreza disminuyó en México, pero persistieron carencias estructurales y riesgos económicos en 2025. Reducción de la pobreza

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

Entre 2018 y 2024 la pobreza pasó de 41.9 a 29.6 por ciento, según el Inegi. La reducción equivalió a 13.4 millones de personas menos en esa condición a nivel nacional.

El dato fue presentado tras la desaparición del Coneval, organismo antes encargado de la medición social. La nueva responsabilidad quedó en manos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

El Boletín de análisis económico número 15 de la ENI llamó a la cautela ante los resultados. Académicos advirtieron que la disminución respondió a factores coyunturales más que estructurales. El documento señaló que no hubo un cambio profundo en el modelo de desarrollo nacional.

Factores coyunturales

Ante este panorama, Mireya Pasillas, académica del ITESO, reconoció la baja en pobreza, pero pidió ampliar la perspectiva. Explicó que el impacto se relacionó con los aumentos al salario mínimo y transferencias monetarias.

La especialista advirtió que este esquema resultaba insostenible a largo plazo sin reformas estructurales profundas. Señaló la necesidad de cambios en seguridad social, fiscalidad y política productiva.

La medición multidimensional de pobreza integró ingreso y seis carencias sociales definidas en la metodología. Rezago educativo, acceso a salud, seguridad social, calidad de vivienda y servicios fueron incluidas. También se consideró la alimentación nutritiva y de calidad como un elemento central de bienestar.

Rezagos sociales persistentes

Aunque disminuyeron los pobres, aumentaron los rezagos en acceso a servicios de salud. En 2018 el problema afectaba a 16.2 por ciento de la población; en 2024 alcanzó 34.2 por ciento.

Eso significó que 44.5 millones de personas carecieron de servicios, más del doble que seis años antes. En seguridad social, la carencia bajó de 66.2 a 62.7 millones, todavía casi la mitad del país.

Pasillas explicó que el indicador de salud midió afiliación, no acceso real a servicios médicos. Subrayó que la cobertura no garantizó atención oportuna ni abasto de medicamentos en instituciones públicas.
Añadió que el programa de pensiones para adultos mayores fue contado como seguridad social sin serlo.

Programas y reformas

El boletín identificó tres factores centrales en la disminución de la pobreza durante el periodo. Los aumentos reales al salario mínimo beneficiaron a trabajadores formales con incrementos progresivos en ingresos.

La prohibición de la subcontratación también incidió al regularizar relaciones laborales antes precarizadas en empresas. Además, el incremento en transferencias de programas sociales explicó parte de la reducción.

David Foust Rodríguez, académico de la ENI, sostuvo que la estrategia privilegió transferencias sobre desarrollo productivo. Aseguró que se necesitaban reformas fiscales, laborales e industriales para un cambio profundo. Indicó que un modelo de exportación basado en mano de obra barata no resolvía desigualdades.

Oportunidad política

Foust señaló que el país no registró un cambio estructural en su modelo económico. Reiteró que la administración tuvo mayoría legislativa y control institucional para impulsar reformas de calado.

Calificó esa coyuntura como una oportunidad única para modificar la política social y productiva. Sin embargo, estimó que la falta de voluntad política limitó las transformaciones necesarias en 2025.

Pasillas agregó que se requerían mecanismos de evaluación continua para programas sociales y de bienestar. Recordó que el Coneval cumplía esa función antes de su desaparición institucional.
Advirtió que sin evaluaciones sistemáticas la efectividad de la política social quedaba comprometida en el país.

Empleo y afiliaciones

En julio de 2025 se reportó un aumento histórico de 1.27 millones de afiliaciones al IMSS. El incremento respondió a la reforma que obligó a plataformas digitales a registrar trabajadores.

La medida inició como piloto en la Cdmx y el Estado de México, ampliando coberturas. Sin embargo, el resto del país perdió 36 mil 223 empleos formales durante el mismo periodo.

Pasillas explicó que muchas afiliaciones reflejaron cambios de estatus de informal a formal, no nuevos empleos. El aumento no representó un crecimiento productivo nacional ni una expansión sostenida del mercado. En Jalisco, el empleo formal acumuló cuatro meses de caídas consecutivas con saldo negativo anual.

Remesas en descenso

El boletín registró también una fuerte caída en las remesas hacia México durante 2025. En junio ingresaron 5 mil 201 millones de dólares, 16.2 por ciento menos que en 2024.

Se trató de la mayor baja anual desde 2012, con impacto directo en economías locales. En Jalisco el segundo trimestre cerró con mil 260.5 millones, 12.5 por ciento menos.

Las causas incluyeron menor dinamismo en sectores de empleo para migrantes en Estados Unidos. La construcción y los servicios redujeron contrataciones, mientras aumentó la fiscalización migratoria. El descenso de remesas golpeó a estados como Jalisco, Guanajuato y Michoacán, dependientes de esos ingresos. –sn–

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