Se registran daños estructurales severos en unidad habitacional La Esmeralda. Exigencia al gobierno capitalino solución.
Por Gabriela Díaz | Reportera
Desde 2011 los edificios de la Unidad Habitacional La Esmeralda, ubicada en la alcaldía Gustavo A. Madero, registraron hundimientos de hasta un metro con 40 centímetros. Los residentes manifestaron vivir con el temor constante de que sus viviendas colapsaran.
Los vecinos explicaron que buscaron ayuda en diferentes instancias del gobierno federal y capitalino sin recibir una solución definitiva. Incluso se acercaron a la jefe de Gobierno, Clara Brugada Molina, a través del programa Zócalo de Gobierno Ciudadano.
El problema se intensificó tras el sismo de 2017 y, de acuerdo con los afectados, presentó un avance acelerado durante los primeros meses de 2025. El edificio A fue señalado como el más dañado por presentar inclinaciones visibles.
En el inmueble A habitan 18 familias, mientras que los edificios B y C también mostraron afectaciones graves. Los residentes alertaron que un colapso podría arrastrar a las demás viviendas de la zona, provocando una tragedia mayor.
Relatos de los vecinos
La señora Alicia Landa Hernández, vecina del departamento 106, relató que el hundimiento comenzó el 1 de enero de 2011 con un asentamiento de 20 centímetros. Esto provocó daños en tuberías y pérdida de conexión con el drenaje central.
La habitante recordó que después del terremoto de 2017 el proceso se aceleró. Detalló que solicitaron apoyo de Miguel Ángel Mancera, Víctor Hugo Lobo, Claudia Sheinbaum, Francisco Chíguil y Beatriz Rojas, pero únicamente recibieron soluciones temporales.
Personal del gobierno capitalino acudió esta semana a realizar inspecciones junto con un Director Responsable de Obra, Protección Civil y PROSOC. La visita buscó establecer un diagnóstico técnico inicial para valorar riesgos y opciones de reparación.
Los vecinos advirtieron que el edificio presentaba crujidos, movimientos laterales y grietas en muros y lozas. Indicaron que la mayoría de los habitantes eran personas adultas mayores y con discapacidad, lo que dificultaría una evacuación.
Daños estructurales severos
Los edificios exhibieron deterioro tanto en exteriores como interiores, lo que generó temor entre los residentes. El ambiente de inseguridad fue tal que muchos reconocieron dormir con miedo de que la estructura cediera durante la noche.
Un poste de la Comisión Federal de Electricidad amenazó con caer sobre el inmueble, acompañado por una red de cables desordenada. Vecinos expresaron su preocupación por los riesgos adicionales a los que estaban expuestos.
De acuerdo con testimonios, el cierre del Gran Canal influyó en el agravamiento del hundimiento. Al interior de las casas también se reportaron olores desagradables por el daño en instalaciones de drenaje.
Una mujer de la tercera edad mostró grietas profundas en su vivienda y pidió atención urgente. Los testimonios coincidieron en que el deterioro avanzaba cada año sin respuesta definitiva de las autoridades.
Exigencia al gobierno capitalino
Los residentes de la Unidad La Esmeralda enviaron un mensaje al gobierno capitalino solicitando apoyo total. Expresaron temor de que un sismo u otro fenómeno fuerte desencadenara un desastre inminente.
Los habitantes reconocieron que en varias ocasiones intentaron exponer su situación ante medios y dependencias, pero solo recibieron revisiones técnicas sin acciones correctivas de fondo. Subrayaron la urgencia de una intervención real.
A pesar del riesgo, los vecinos afirmaron que planeaban celebrar el 50 aniversario de la unidad. Admitieron que la festividad se realizaría con preocupación latente por la seguridad de sus viviendas.
“Hay que evitar una desgracia”, señalaron los habitantes en sus peticiones directas a la jefe de Gobierno, Clara Brugada Molina. El llamado buscó atención inmediata para prevenir pérdidas humanas y materiales.
Programa Otoch en 2025
El pasado jueves, Clara Brugada Molina presentó el Programa Otoch para el Mejoramiento de Unidades Habitacionales de Interés Social. El plan contempló un presupuesto de 600 millones de pesos en 2025.
La estrategia se dividió en tres ejes: Transformación con unidad, para mantenimiento mayor en 600 conjuntos; Regeneración con unidad, para mantenimiento menor en 400; y Bienestar con unidad, para actividades comunitarias en 200 condominios.
La jefe de Gobierno indicó que el presupuesto destinado a mantenimiento mayor y menor de áreas comunes se duplicó en comparación con años anteriores. Con ello buscó atender de manera prioritaria los conjuntos más vulnerables.
De acuerdo con el gobierno capitalino, el plan pretendió mejorar la calidad de vida de miles de familias y prevenir riesgos estructurales. También se propuso fortalecer la cohesión social en comunidades habitacionales de la Cdmx. –sn–


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