En España reconocen no lograr este verano una ‘desconexión total’ del trabajo

Por Vera Martín del Campo | Corresponsal

El verano, tradicionalmente sinónimo de pausa, no lo es tanto para quienes dirigen las empresas. Según un análisis realizado por Catenon, siete de cada diez directores generales en España reconocen no haber conseguido desconectar totalmente durante sus vacaciones. La mayoría admite que, aunque redujo el ritmo, dedicó entre una y dos horas diarias a revisar correos, atender llamadas o tomar decisiones que no han podido esperar.

Una desconexión relativa y a medias
El patrón observado por Catenon es común entre directivos de distintos sectores. Las vacaciones se viven a medio gas: las jornadas laborales no desaparecen, simplemente se acortan y se desplazan hacia horarios más tardíos, comenzando en torno a las diez o diez y media de la mañana y dedicándole 1 o 2 horas al día. Los fines de semana —viernes, sábado y domingo— se convierten en los únicos días en los que los líderes consiguen, o al menos intentan, desconectar de verdad.

En cuanto a la duración, lo más habitual ha sido tomarse dos semanas de vacaciones, muchas veces fraccionadas en periodos más cortos. Durante ese tiempo, han sido los segundos al mando —directores generales adjuntos, directores financieros o directores de operaciones— quienes han sostenido la operativa. Este relevo temporal refuerza la relevancia de contar con equipos robustos y preparados, capaces de asumir peso estratégico en ausencia del primer ejecutivo.

Para Mariana Spata, Managing Director de Catenon «Este análisis confirma que la desconexión total todavía es una asignatura pendiente en la alta dirección. Sin embargo, también demuestra que los equipos de segunda línea han ganado protagonismo, lo cual es un síntoma de madurez organizativa».

Una situación similar a nivel mundial
Catenon tiene oficinas en más de 100 países en los cinco continentes y ve que esta tendencia de no realizar «una desconexión total» durante el periodo vacacional, es algo habitual en todos los directivos europeos y de otros lugares del mundo. Solo el caso de Estados Unidos refleja una plena desconexión, pero sus periodos vacacionales son mucho más cortos. –sn–