Dos narcomantas contra José Luis Sarmiento revelaron amenazas y expusieron tensiones en la seguridad local.
Por Margarita Hernández | Corresponsal
La mañana del sábado 6 de agosto sorprendió a Tijuana con mensajes intimidatorios. Dos narcomantas dirigidas al director de la Policía Municipal de Tecate, José Luis Sarmiento Monje, fueron localizadas en distintos puntos de la ciudad. Los textos incluyeron amenazas letales.
De acuerdo con los reportes preliminares, los mensajes acusaron al funcionario de incumplir presuntos acuerdos. Las lonas advirtieron represalias en caso de continuar con esa conducta. La situación movilizó de inmediato a las autoridades locales de seguridad.
El primer hallazgo ocurrió a las 04:55 tras una llamada al 911. Una manta apareció en el puente peatonal cercano a la agencia Ford, en vía rápida oriente y calle Tamayo, dentro de la Zona Urbana Río Tijuana. El área fue acordonada.
Elementos de la Policía Municipal de Tijuana retiraron la lona que contenía un mensaje dirigido a Sarmiento Monje. La advertencia acusaba pagos mensuales no cumplidos y amenazas explícitas contra su vida. Las cámaras del C5 no captaron a los responsables.
Segunda manta en la ciudad
A las 06:05 se reportó un segundo hallazgo en otro puente de la vía rápida oriente. En esta ocasión la manta apareció a la altura de la Clínica 1 del IMSS. El texto coincidía palabra por palabra con el mensaje anterior.
La repetición del contenido mostró una acción coordinada y con intencionalidad precisa. Los mensajes reforzaron la alerta en torno al director policial de Tecate. La investigación buscó determinar posibles vínculos criminales detrás de la colocación.
Las narcomantas aparecieron en un contexto de tensiones por el control de seguridad. El director de la Policía Municipal de Tecate asumió el cargo el 5 de marzo de este año. Su nombramiento se aprobó por unanimidad en el Cabildo local.
Con 12 votos a favor, José Luis Sarmiento Monje fue designado como único candidato propuesto por el alcalde Román Cota. Sustituyó a Marina Manuela Calderón, quien dejó la dirección en medio de críticas y cuestionamientos públicos.
Trayectoria de Sarmiento Monje
En su discurso de toma de protesta, el funcionario subrayó la importancia de la seguridad. “Sin seguridad no hay turismo, economía ni progreso en la ciudad”, afirmó. Recalcó la necesidad de recuperar la confianza ciudadana en la policía municipal.
Antes de asumir la dirección, Sarmiento Monje, de 49 años, acumuló experiencia en diversas áreas. Fue comandante de la Fuerza Estatal de Seguridad Ciudadana, subcomandante operativo y jefe de protección de funcionarios. También encabezó el cuerpo de cadetes.
Su llegada coincidió con un proceso de depuración interna dentro de la corporación. El 7 de enero, 189 policías municipales fueron trasladados a Mexicali. Ahí se les aplicaron exámenes de control y confianza en el Centro C3.
Los resultados señalaron que 100 policías reprobaron por diferentes irregularidades. Entre ellas figuraron consumo de psicotrópicos, vínculos con grupos criminales y adquisición de bienes no declarados. La cifra expuso la fragilidad estructural en la corporación municipal.
Contexto de presión y violencia
Las narcomantas se inscribieron en ese escenario de reacomodo institucional. Los mensajes señalaron directamente a Sarmiento Monje como beneficiario de recursos ilícitos. También lo acusaron de incumplir compromisos con actores vinculados a la delincuencia organizada.
El contenido de las lonas advirtió que las consecuencias serían mortales en caso de reincidencia. La amenaza contra la vida del director policial elevó las alarmas en la región. Los hechos se sumaron a la creciente violencia en Baja California.
El proceso de depuración policial aumentó el riesgo de represalias contra los mandos. Casos similares se documentaron en años recientes contra otros jefes de seguridad. La estrategia de limpieza interna generó resistencia en sectores de la corporación.
Autoridades estatales confirmaron la apertura de una carpeta de investigación. El caso quedó en manos de la Fiscalía General del Estado de Baja California. Los operativos de vigilancia se intensificaron en zonas estratégicas de Tijuana y Tecate.
Seguridad bajo observación
La Secretaría de Seguridad Ciudadana estatal reforzó la coordinación con la Guardia Nacional. El objetivo fue blindar a la corporación municipal frente a amenazas directas. El despliegue policial se concentró en puntos de riesgo vinculados a los hallazgos.
El gobierno federal recibió reportes de inteligencia sobre la colocación de las narcomantas. Los informes se integraron en un expediente conjunto. Se valoró la posibilidad de otorgar protección especial a Sarmiento Monje en próximas semanas.
El Cabildo de Tecate respaldó al funcionario en medio de la crisis. Regidores locales ratificaron su confianza en la estrategia de seguridad vigente. Señalaron que el municipio no debía retroceder en la depuración policial.
Los mensajes violentos reafirmaron la vulnerabilidad de mandos que encabezan cambios internos. El caso de Sarmiento Monje ejemplificó los riesgos de enfrentar estructuras criminales enquistadas. La seguridad en Baja California permaneció bajo observación nacional. –sn–


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