El robo de equipo pesado creció en México y empresas aplicaron estrategias preventivas efectivas.

Por Deyanira Vázquez | Reportera                                        

El robo de maquinaria y transporte pesado se convirtió en una de las amenazas más graves para sectores estratégicos. Datos de la AMIS confirmaron que en dos años el delito aumentó un 40.7%, afectando directamente a miles de compañías.

El número de unidades aseguradas robadas pasó de 6 mil 695 en 2021 a 9 mil 421 en 2023. Este incremento impactó severamente a industrias como construcción, logística y transporte, además de encarecer pólizas de seguros.

Especialistas señalaron que la pérdida económica no solo afectó a empresas privadas, sino también a cadenas de suministro. Los costos derivados de estos robos elevaron precios finales de proyectos y disminuyeron la competitividad nacional en mercados globales.

Un análisis de riesgo de la AMIS subrayó que gran parte de los siniestros pudieron evitarse con prevención. Las aseguradoras y compañías coincidieron en que la colaboración activa era clave para frenar la tendencia delictiva.

Estrategias de prevención empresarial

CAE Insurance enfatizó que la prevención debía ser tan importante como la protección financiera del seguro. La empresa sostuvo que no bastaba con indemnizar pérdidas, sino que se debía anticipar riesgos en cada operación.

La firma se enfocó en construir planes preventivos a la medida de sus clientes empresariales. Con asesoría especializada, propuso soluciones claras que protegieron el patrimonio y fortalecieron la continuidad de negocios en México.

Un caso representativo se registró en una compañía del sector transporte de pasajeros. Antes de recibir la asesoría de CAE Insurance, administraba sus seguros sin control y con gestión dispersa.

Durante la auditoría inicial, la aseguradora detectó unidades con pérdida total o robo sin recuperarse. A partir de un plan integral de prevención, la empresa redujo en un 40% su siniestralidad promedio.

Capacitación y reducción de riesgos

La estrategia preventiva incluyó capacitación continua a operadores y personal clave en la operación diaria. Con ello se logró reforzar los protocolos de seguridad y reducir la exposición a riesgos frecuentes de robo.

Además, la empresa implementó videos corporativos como herramienta oficial de formación interna. Dicho material fortaleció la cultura de prevención y se convirtió en referencia para nuevos integrantes del equipo.

El impacto de estas acciones fue visible en la transformación administrativa de los seguros empresariales. El modelo cambió de reactivo y fragmentado a proactivo, rentable y enfocado en la prevención integral.

Con este proceso, la compañía no solo disminuyó pérdidas, sino que reforzó la seguridad global de sus operaciones. La transición elevó la confianza de clientes y mejoró la estabilidad en el sector transporte.

Prevención como activo estratégico

“Muchas empresas piensan que el seguro es únicamente un respaldo financiero después de un siniestro. Nosotros creemos que debe ser también una herramienta de prevención”, afirmó Ángel Gutiérrez, director general de CAE Insurance.

El directivo señaló que los seguros bien gestionados podían generar ahorros relevantes. Además, garantizaban seguridad, continuidad operativa y crecimiento empresarial a largo plazo en mercados altamente competitivos.

El reto, según la firma, fue que más aseguradoras y empresas mexicanas transitaran hacia la prevención. Esto implicaba abandonar modelos desorganizados para adoptar estrategias integrales de gestión de riesgos en sus operaciones.

La visión de CAE Insurance fue colocar la prevención como un activo estratégico. Con ello buscó impulsar mayor rentabilidad, menor siniestralidad y operaciones más seguras para industrias clave en México.

Impacto para el sector productivo

El robo de equipo pesado no solo representó pérdidas económicas directas. También limitó proyectos de construcción y transporte, retrasando entregas y afectando la imagen de empresas frente a clientes e inversionistas.

La problemática provocó incrementos en primas de seguros empresariales en sectores altamente expuestos. Esto obligó a compañías a destinar mayores recursos a coberturas, reduciendo margen de inversión en infraestructura.

Expertos aseguraron que, de mantenerse esta tendencia, la competitividad del sector industrial enfrentaría riesgos severos. La prevención y la gestión integral de riesgos fueron vistas como medidas indispensables para frenar la crisis.

El trabajo conjunto entre aseguradoras, empresas y autoridades fue considerado clave para revertir la situación. Casos de éxito como el impulsado por CAE Insurance mostraron que era posible contener las pérdidas. –sn–

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