Doña Luz Saviñón es reconocida como una pionera de la filantropía en México y el legado de su visión sigue vivo 123 años después
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Hablar de Montepío Luz Saviñón es hablar del legado de una mujer excepcional. Doña Luz Saviñón de Saviñón, filántropa poblana que a principios del siglo XX decidió dedicar su fortuna a una causa que marcó la diferencia en la vida de miles de familias mexicanas.
Con profunda sensibilidad social, Doña Luz Saviñón entendió que en su tiempo eran pocas las opciones para que las personas en situación de vulnerabilidad accedieran a un préstamo justo. Los recursos económicos solían estar restringidos a quienes contaban con propiedades o avales, dejando fuera a la mayoría de la población. Frente a esta realidad, tomó la decisión de fundar, en 1902, el Montepío Luz Saviñón.
La institución nació con el propósito claro de ofrecer préstamos prendarios accesibles, con tasas justas y bajo un modelo de asistencia privada que reinvirtiera sus ingresos en beneficio de la comunidad. Así, se convirtió en una de las primeras iniciativas en México en demostrar que las finanzas podían ser un vehículo para la justicia social.
El legado de su visión sigue vivo 123 años después. Montepío Luz Saviñón no solo otorga créditos inmediatos con base en prendas de valor, sino que también impulsa programas de becas, campañas de salud y proyectos culturales. Cada acción recuerda la convicción de su fundadora de apoyar a quienes más lo necesitan con dignidad y respeto.
Hoy, Doña Luz Saviñón es reconocida como una pionera de la filantropía en México. Su historia inspira a mantener vigente un modelo que equilibra la atención financiera con un compromiso social auténtico. Montepío Luz Saviñón honra su memoria trabajando cada día por la inclusión, la transparencia y el desarrollo comunitario. –sn–

