La producción de nopal y tuna generó pérdidas y Chapingo presentó fórmula innovadora.
Por Gabriela Díaz | Reportera
En 2024, México produjo 845 mil toneladas de nopal y 409 mil toneladas de tuna. Sin embargo, cerca del 40% del fruto se desperdició, lo que impulsó investigaciones para aprovechar mejor esta cactácea con alto valor nutracéutico.
Tras más de una década de estudios, pruebas y análisis de laboratorio, el profesor-investigador Joel Corrales García, del Instituto de Alimentos de la Universidad Autónoma Chapingo, informó que se logró desarrollar un jugo de tuna natural estabilizado listo para su comercialización.
La investigación propuso un método en frío que garantizó inocuidad, nutrición y conservación del aroma, sabor y color del fruto, con el objetivo de convertirlo en alternativa a bebidas altamente azucaradas.
Congreso internacional de nopal y tuna
El anuncio se realizó en el Congreso Internacional de la “V Universidad Itinerante de Nopal – Tuna”, que reunió a productores, investigadores y maestros de diez países de América Latina, Europa y África.
Corrales García aseguró que la fórmula podría contribuir a las estrategias del gobierno federal para reducir el consumo de productos ultraprocesados y sugirió al presidente Claudia Sheinbaum Pardo impulsar la distribución del jugo en escuelas de nivel básico.
El investigador explicó que el jugo de tuna tiene propiedades nutracéuticas que fortalecen el sistema inmunológico y ayudan a prevenir enfermedades crónico-degenerativas, como algunos tipos de cáncer.
México ocupó el primer lugar mundial en producción de nopal y tuna con un 45%, por encima de Italia, Sudáfrica, Chile, Argentina, Estados Unidos y países árabes.
Innovación en procesos industriales
El especialista de la UACh precisó que el jugo de tuna fue posible mediante un procedimiento de alta presión hidrostática combinado con ozono, lo que evitó el uso de tratamientos térmicos y preservó antioxidantes y vitaminas, como la vitamina C.
Señaló que la bebida podría conservarse en refrigeración por más de un mes, lo que representó una ventaja para el mercado nacional e internacional frente a jugos pasteurizados con menor valor nutricional.
Corrales García puso a disposición de productores, industriales y empresarios el conocimiento científico generado y destacó la importancia de transferir buenas prácticas agrícolas y tecnológicas para aprovechar de forma integral la producción nacional.
Añadió que la Universidad Autónoma Chapingo está abierta a colaborar con instituciones como la UNAM, el Tecnológico de Monterrey y la Universidad de Guadalajara para perfeccionar la fórmula y avanzar en la industrialización.
Potencial de mercado y consumo
El investigador reiteró que el jugo de tuna, por su sabor y características organolépticas, tiene aceptación entre consumidores mexicanos y que su industrialización reduciría las pérdidas de hasta 40% de la producción nacional cada año.
Resaltó que los frutos de cactáceas poseen atributos de olor, sabor y color únicos, que solo se preservan con procesos en frío, mientras que la pasteurización los transforma en jugos dulces con mayor contenido calórico.
Concluyó que la producción e industrialización del jugo de tuna representa una oportunidad para mejorar la economía rural, generar valor agregado y posicionar a México como líder en bebidas saludables a nivel mundial. –sn–


¡Conéctate con Sociedad Noticias! Suscríbete a nuestro canal de YouTube y activa las notificaciones, o bien, síguenos en las redes sociales: Facebook, Twitter e Instagram.
También, te invitamos a que te sumes a nuestro canal de información en tiempo real a través de Telegram.

