Clara Brugada Molina recordó el 68 y reafirmó compromiso con derechos humanos y democracia en México.

Por Gabriela Díaz | Reportera                                                       

Clara Brugada Molina, jefe de gobierno de la ciudad de México, aseguró que el Movimiento Estudiantil de 1968 fue un parteaguas en el despertar social que abrió puertas a la lucha democrática. Señaló que permitió conquistar el derecho al voto libre, a la organización política independiente y a las libertades sociales. Al encabezar un homenaje a los caídos de la masacre, enfatizó que esa herida social definió a la capital y consolidó la ciudad como espacio de lucha por la democracia.

Subrayó que la memoria del 68 constituye la base de derechos y libertades y de la esperanza de transformación profunda. “Este gran movimiento estudiantil está vivo”, afirmó la titular del Ejecutivo local. Desde la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, honró el legado del movimiento, antecedente de las luchas sociales, urbanas, obreras, feministas y democráticas en México.

Destacó que preservar esta memoria contribuye a mantener la democracia y los derechos humanos en la agenda pública. Señaló que la sociedad debe reconocer la importancia de mantener la memoria histórica para garantizar la justicia y la igualdad. Recordó que los jóvenes del 68 enseñaron que la resistencia pacífica es clave para consolidar libertades y derechos fundamentales.

Solidaridad internacional

En su discurso, Brugada Molina subrayó que la memoria del 68 no se puede desligar de las luchas actuales en el mundo. Se pronunció por la paz y la defensa de los derechos humanos en la Franja de Gaza, en sintonía con el clamor internacional que exige cese inmediato del genocidio. Señaló que México debe mantener su postura pacifista y acompañar a quienes sufren atropellos, violencia y opresión en cualquier parte del mundo.

Reiteró que el respeto a la vida y la libertad de los pueblos es un principio fundamental aprendido de los jóvenes del 68. Señaló que la capital debe ser ejemplo de justicia, equidad y respeto a los derechos humanos. Indicó que las políticas públicas deben reflejar los valores de libertad, igualdad y solidaridad social enseñados por ese movimiento histórico.

Ante sobrevivientes, estudiantes y vecinos, Clara Brugada enfatizó que el mejor homenaje a los caídos es continuar con la lucha y la agenda del Comité 68 Pro Libertades Democráticas. Señaló que esto obliga a transformar al gobierno para que responda al pueblo y nunca en su contra. Subrayó que la ciudad debe consolidarse como refugio de libertades y motor de derechos, donde todas las personas puedan expresarse y organizarse libremente.

Compromiso capitalino

Indicó que la pluralidad, diversidad y verdad son pilares de la Ciudad de México, y deben preservarse como legado histórico y social. La mandataria reiteró que la conmemoración del 2 de octubre convoca a ratificar el compromiso de construir una ciudad humanista. Señaló que la capital se pronuncia contra las violencias, racismo, machismo, xenofobia y discriminación, defendiendo la justicia y libertad para todos.

Añadió que la memoria de los estudiantes caídos debe guiar las luchas pendientes y fortalecer la defensa diaria de la democracia y los derechos humanos. Reiteró que la ciudad se construye sobre principios de solidaridad, respeto y participación ciudadana, y que estas acciones consolidan el legado del movimiento estudiantil. Señaló que la educación, cultura y memoria son herramientas para fortalecer la conciencia cívica y la participación social. –sn–

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