La Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) acusó al Gobierno de la Ciudad de México de incumplir acuerdos y propiciar una posible crisis en el servicio público.
Por Fausto Hernández | Reportero
La Fuerza Amplia de Transportistas (FAT) denunció que el gobierno de la ciudad de México mantuvo una postura de cerrazón ante los concesionarios del transporte público al incumplir los compromisos pactados con la jefe de gobierno Clara Brugada Molina sobre la entrega de un bono al combustible por unidad motriz.
De acuerdo con voceros de la organización, la mandataria capitalina se comprometió personalmente a consolidar dicho apoyo para el sector privado del transporte público. Sin embargo, señalaron que los secretarios de Gobierno, César Cravioto Romero, y de Movilidad, Héctor Ulises García Nieto, se pasaron la responsabilidad uno al otro sin atender la instrucción de su jefe.
Los transportistas afirmaron que, a pesar de haber sostenido más de sesenta mesas de diálogo en casi un año con autoridades capitalinas, no se cumplieron los acuerdos para entregar el bono ni para analizar el ajuste a la tarifa del pasaje.
Desconocimiento de acuerdos previos
Asimismo, denunciaron que, aunque existía el compromiso de brindar una respuesta en la tercera semana de septiembre sobre la homologación tarifaria, el tema fue desconocido por los funcionarios, quienes les pidieron reiniciar el diálogo, desechando los avances previos.
Los representantes señalaron que los secretarios de la ciudad no atendieron la instrucción emitida el 2 de septiembre, cuando Brugada Molina ordenó concretar el bono al combustible y el ajuste tarifario.
“El gobierno se comprometió a resolver la problemática del transporte concesionado y no ha habido resultados”, expresaron los líderes de la FAT, quienes exigieron respuestas inmediatas.
La organización calificó la falta de cumplimiento como un riesgo operativo que afecta a miles de unidades del transporte público concesionado en toda la capital.
Posible paro en la capital
Ante la falta de respuesta, la FAT informó que sometería a votación entre sus más de ocho mil agremiados la posibilidad de una movilización masiva que implicaría la suspensión temporal del servicio en distintas rutas.
De concretarse, la medida afectaría puntos clave de la ciudad, por lo que los transportistas advirtieron que el paro sería “la última opción” ante la negativa de diálogo.
El gremio recordó que entregó un estudio técnico de factibilidad que demuestra el deterioro económico del sector y la necesidad urgente de un bono al combustible para evitar el colapso financiero. Además, insistieron en que el gobierno federal ha destinado apoyos al transporte de otras entidades, pero la Cdmx mantiene sin solución la problemática local.
Crisis tarifaria en aumento
Los dirigentes subrayaron que, mientras en el Estado de México se autorizó un incremento de dos pesos al pasaje —de doce a catorce pesos—, en la capital la tarifa mínima permanece congelada en seis pesos desde hace varios años.
Según el documento presentado por la FAT, la falta de actualización tarifaria ha generado una pérdida sostenida de ingresos, afectando el mantenimiento de las unidades y los empleos de miles de conductores.
“El sector enfrenta una crisis estructural que podría derivar en la suspensión total de servicios”, advirtieron Francisco Carrasco, Enrique Hernández, Saúl Medina y Esteban Medina, integrantes de la mesa directiva.
Los voceros afirmaron que la organización ha actuado con responsabilidad y que las mesas de diálogo deben retomarse con base en los acuerdos ya establecidos. –sn–


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