Remesas fortalecen hogares y abren oportunidades para servicios digitales. Transformación del mercado de remesas.
Por Deyanira Vázquez | Reportera
Las remesas se consolidaron como una de las principales fuerzas económicas de América Latina y el Caribe. Más allá de representar un alivio financiero inmediato para millones de familias, funcionaron como un canal para acceder a nuevos servicios, fortalecer la estabilidad de los hogares y abrir la puerta a la inclusión financiera. Paymentology, emisor-procesador de pagos líder a nivel mundial, presentó un reporte en el que señaló que el reto para bancos y fintechs fue claro: ofrecer servicios ágiles, seguros y transparentes que permitieran que cada transferencia internacional se convirtiera en un puente hacia más oportunidades.
“Estamos frente a un momento crucial para la industria de pagos. Las remesas no debieron entenderse como simples transferencias de dinero, sino como un habilitador de inclusión financiera y acceso a servicios digitales de calidad”, aseguró Alejandro del Río, Director Regional para Latinoamérica de Paymentology. El estudio realizado por Paymentology y iupana reveló un panorama en plena transición para el ecosistema de remesas en Latinoamérica. Entre los hallazgos se incluyeron digitalización prioritaria, transparencia limitada, uso híbrido de canales, inmediatez como estándar y costos moderados con algunas excepciones.
La digitalización de los procesos de entrada y salida fue hoy el objetivo principal de bancos y fintechs, con el propósito de aumentar su participación en un mercado que mueve más de US$160.000 millones cada año. Solo el 19% de las instituciones comunicó de manera clara a los usuarios los costos y comisiones de los envíos, convirtiéndose en una oportunidad de mejora para la experiencia del cliente. Además, un 42% de los participantes operó bajo un modelo híbrido que combinó canales físicos y digitales, mostrando la convivencia de ambos mundos.
Velocidad y costos de envíos
El 78% de los envíos llegó a destino en menos de 24 horas, confirmando que la velocidad se convirtió en una expectativa básica de los usuarios y un punto clave para la competitividad. Para el 81% de las instituciones, el costo por envío se mantuvo por debajo del 5%, aunque un 14% reconoció que pudo alcanzar hasta el 10%. Estos factores revelaron que la eficiencia, la transparencia y la rapidez son esenciales para consolidar la confianza de los usuarios en las transferencias internacionales.
El futuro de las remesas en la región dependió de transformarlas en un motor de inclusión y bienestar. La clave estuvo en ofrecer experiencias intuitivas, seguras y accesibles, que permitieran que cada envío no solo llegara rápido, sino que se convirtiera en una herramienta de progreso para millones de hogares. Esto implicó repensar la función de las remesas, no solo como apoyo económico, sino como un ecosistema integral de servicios financieros.
Desafíos para bancos y fintechs
“Quienes lograron transformar las remesas en un ecosistema integral de servicios financieros lideraron el cambio. El desafío no fue mover dinero, sino construir oportunidades y confianza en cada envío”, concluyó Alejandro del Río, Director Regional para Latinoamérica de Paymentology. Los bancos y fintechs debieron fortalecer sus plataformas digitales, incrementar la transparencia, y garantizar que cada transacción promoviera inclusión financiera. Asimismo, se planteó la necesidad de educar a los usuarios sobre los beneficios de servicios adicionales vinculados a las remesas.
Las remesas permitieron a millones de hogares mejorar su acceso a educación, salud y otros servicios básicos. Su influencia se extendió más allá del alivio financiero, actuando como catalizador de estabilidad y desarrollo local. Este efecto se convirtió en un indicador clave para medir el bienestar de las familias receptoras y la eficacia de los sistemas financieros.
Inclusión financiera y tecnología
El impulso de la inclusión financiera dependió del desarrollo de aplicaciones y plataformas que facilitaran la recepción y uso de remesas. Las fintechs introdujeron herramientas digitales seguras, que permitieron a los usuarios realizar pagos, abrir cuentas y acceder a servicios complementarios. La digitalización redujo barreras geográficas y aumentó la capacidad de integración económica en comunidades remotas.
Los mercados de remesas en América Latina mostraron un crecimiento sostenido, acompañado de una adopción gradual de servicios digitales. El 42% de las instituciones adoptó modelos híbridos, reflejando la transición entre canales físicos y digitales. La tendencia hacia inmediatez y eficiencia marcó un estándar que exigió actualización constante por parte de bancos y fintechs. –sn–


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