Seguridad y tensiones diplomáticas se cruzan.
Por Paola Ramírez | Reportera
La presidente Claudia Sheinbaum Pardo afirmó que México no solicitará apoyo militar al gobierno de Estados Unidos y reiteró que su administración rechazó la propuesta del mandatario estadounidense Donald Trump para intervenir en el combate al narcotráfico en territorio nacional.
La mandataria detalló que se negó al envío de tropas que el presidente norteamericano planteó como opción operativa en la lucha contra los grupos criminales que operan en distintas regiones del país.
Durante su tradicional conferencia de prensa desde Palacio Nacional, Sheinbaum sostuvo que en todas las conversaciones con Trump insistió en que México opera con sus propias instituciones y que no acepta la presencia de fuerzas armadas extranjeras en misiones de seguridad interior.
Cooperación bilateral
En su explicación, Claudia Sheinbaum recordó que Trump ofreció apoyos directos para enfrentar organizaciones criminales y que incluso propuso medidas de fuerza, como ataques con misiles, para presionar a los cárteles. La presidente señaló que respondió al mandatario estadounidense que el gobierno federal solo aceptaba intercambio de información, descartando cualquier despliegue militar extranjero dentro del territorio mexicano. También precisó que durante las comunicaciones telefónicas con Trump reiteró que México no admitiría la intervención de otro país en asuntos internos vinculados a seguridad pública.
La tensión diplomática aumentó cuando Donald Trump aseguró que “no está nada contento con México” y afirmó que estaría “orgulloso” de ordenar ataques contra embarcaciones catalogadas como narcolanchas. El presidente de Estados Unidos justificó su postura al mencionar que su país registraba muertes por sobredosis y que atribuía a México el ingreso de fentanilo al mercado estadounidense. En este contexto, las declaraciones se integraron a un discurso reiterado de su administración para exigir medidas más severas contra el trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
Operación militar estadounidense
Las afirmaciones de Trump coincidieron con la operación “Lanza del Sur” (Southern Spear), ejecutada por fuerzas estadounidenses en el Caribe y el Pacífico oriental. El despliegue incluyó hundimientos de embarcaciones atribuidas a redes que, según la versión oficial de Estados Unidos, mantenían vínculos con grupos criminales venezolanos y mexicanos. La estrategia incorporó operaciones navales ampliadas que reforzaron la vigilancia marítima en zonas señaladas como rutas de tráfico ilícito en la región.
El operativo estadounidense se intensificó con la llegada del portaaviones Gerald Ford, lo que elevó a quince mil efectivos la presencia de elementos de ese país en áreas marítimas próximas a México. La concentración de personal militar estadounidense alcanzó el nivel más alto registrado en seis décadas, según información oficial de Washington. Este reforzamiento generó nuevas tensiones en la relación bilateral, aunque México reiteró que mantiene decisiones soberanas en materia de seguridad interior.
En la conferencia matutina, Sheinbaum expresó que “no va a ocurrir” una intervención militar extranjera en México y reiteró su rechazo absoluto a cualquier acción de ese tipo. La presidente añadió que Trump insistió en colaboraciones más directas, pero que México mantuvo su posición de preservar sus facultades constitucionales en seguridad nacional. Sheinbaum insistió en que su administración sostuvo que México podía cooperar en información, pero no en presencia armada extranjera dentro de su territorio. –sn–
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