Arte y migración enseñan solidaridad y empatía a infancias. Mariposas y bondad colectiva

Por Deyanira Vázquez | Reportera                                        

La exposición “Pequeñas Alas, Gran Impacto” se inauguró con la participación de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en México (ONU-DH), la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Papalote Museo del Niño, con el objetivo de reflexionar sobre migración y actos de bondad. La exhibición presentó mariposas de origami elaboradas por niñas, niños y sus familias, quienes plasmaron mensajes de empatía y solidaridad en cada pieza. La iniciativa buscó sensibilizar a la población sobre la importancia de la cooperación y la inclusión de personas migrantes en la sociedad.

La ilustradora y artista venezolana-mexicana Camila de la Fuente explicó que cada mariposa representó un acto de bondad y la contribución individual al bienestar colectivo. Señaló que la analogía de la mariposa refleja cómo pequeños gestos pueden generar un cambio significativo en la comunidad. Subrayó que la participación de las infancias permitió mostrar perspectivas sin prejuicios y fortalecer la empatía entre los visitantes.

De la migración al arte

A través de talleres, los visitantes pudieron multiplicar los mensajes de bondad y aumentar la conciencia sobre los derechos de las personas migrantes. Los actos de bondad fueron explicados como herramientas de supervivencia, integración y bienestar para quienes vivieron procesos de movilidad. Camila de la Fuente puntualizó que cada acción positiva refuerza la solidaridad y genera un efecto colectivo en la sociedad.

La exposición vinculó la migración de mariposas monarcas con la movilidad humana, resaltando la contribución cultural y social de quienes se trasladaron a nuevas comunidades. La analogía permitió explicar cómo la cooperación y la solidaridad impactaron en la cohesión social y la biodiversidad, en paralelo con la convivencia humana. Los mensajes incluidos en las mariposas buscaron sensibilizar sobre la importancia de la inclusión y el respeto hacia personas migrantes.

Infancias que vuelan sin prejuicios

A nivel global, las infancias representaron aproximadamente el 13% de todas las personas en movilidad, cifra que ascendió a 1 de cada 4 en América Latina y el Caribe, según el reporte de UNICEF “The Changing Face of Child Migration in Latin America and the Caribbean”. La participación de niñas y niños fue esencial para reflejar perspectivas empáticas y libres de prejuicios en la creación de más de 1,100 mariposas. Los testimonios de los participantes se recopilaron durante 130 talleres impartidos en distintas sedes de la exposición.

Algunos relatos de las infancias evidenciaron la aceptación y el contacto con la diversidad cultural, como el caso de una niña que describió a su amiga cubana como “diferente por escribir en letra cursiva”, ilustrando la naturalidad con que los niños perciben la diversidad. Camila de la Fuente señaló que estas experiencias demostraron la ausencia de prejuicios en las infancias y la oportunidad de aprender de su capacidad de inclusión. La artista explicó que los adultos pudieron replicar estas prácticas de bondad y respeto en la sociedad.

La artista, quien migró a México, afirmó que el arte permitió reflexionar sobre derechos humanos y motivar la acción ciudadana. Indicó que el arte se convirtió en una herramienta para sensibilizar sobre problemáticas sociales complejas y fomentar la participación inclusiva. Además, resaltó que las exposiciones artísticas generaron reflexión y transformaron la percepción sobre los procesos migratorios.

Pequeñas acciones, gran impacto

El proyecto se inspiró en la iniciativa internacional “Small Wings, Big Impact”, impulsada por ONU-DH en el marco de la campaña y caja de herramientas #Standup4Migrants. Maia Campbell, Representante Adjunta de ONU-DH en México, explicó que pequeñas acciones como palabras amables o gestos solidarios pueden transformar la experiencia de las personas migrantes y abrir oportunidades de inclusión. La campaña destacó la importancia de la cooperación individual y colectiva para garantizar derechos humanos.

La ONU-DH y la OIM apoyaron la instalación de arte público participativo para fomentar la solidaridad y la valoración de la humanidad compartida. Maia Campbell señaló que Papalote Museo del Niño permitió que estos valores llegaran a miles de personas en México, fortaleciendo la cultura de inclusión. La iniciativa buscó consolidar un espacio seguro para la reflexión sobre migración y derechos de la niñez. –sn–

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