México mantiene dependencia alimentaria y productores enfrentan abandono. Crisis agrícola avanza mientras continúan las importaciones masivas.

Por Deyanira Vázquez | Reportera                                        

En la recta final de 2025, el Concejo Nacional de Dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA) escuchó el balance crítico de su dirigente Álvaro López Ríos, quien evaluó la política agroalimentaria impulsada por el presidente Claudia Sheinbaum. El líder afirmó que el país permaneció como importador dominante de alimentos, con el primer lugar mundial en compras de maíz. Sostuvo que México también ocupó el segundo sitio en adquisición de granos y oleaginosas mientras el campo quedó relegado.

El dirigente señaló que los volúmenes de importación a bajo costo provenientes de Estados Unidos beneficiaron a la industria, pero presionaron con fuerza a la producción nacional. Explicó que la producción agrícola permaneció estancada durante los últimos 31 años, con apenas un crecimiento de 18%. Agregó que el consumo aumentó 147% debido a que México solo generó el 49% del maíz que consumió.

Frente a representantes de 28 entidades, el secretario general de la Unta sostuvo que el discurso oficial presentó un escenario irreal. Afirmó que la propuesta denominada Nueva Agricultura Nacional, promovida por el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), Julio Berdegué, quedó lejos de reflejar la situación del campo. Indicó que esa narrativa omitió la dependencia estructural de importaciones y la falta de una política sólida.

Evaluación del sector agrícola

López Ríos caracterizó a Berdegué como un funcionario con formación académica amplia, pero sin conocimiento del territorio agrícola ni de la población rural. Aseguró que esa desconexión se reflejó en los resultados obtenidos en materia de producción agroalimentaria. Añadió que esta tendencia anticipó un nuevo sexenio sin avances significativos en desarrollo agropecuario y crecimiento económico.

Sostuvo que no existían razones para presumir logros mientras México enfrentó una crisis profunda de producción, autosuficiencia y soberanía alimentaria. Subrayó que la noción de solidez agrícola solo apareció en discursos institucionales, pero no en la práctica. Explicó que el país careció de un plan específico, de una ruta operativa y de recursos suficientes para incentivar la productividad.

El dirigente recordó que al cierre de 2023 la superficie sembrada disminuyó en más de 4 millones de hectáreas. Detalló que la reducción se produjo sobre un total de 30 millones de hectáreas agrícolas disponibles. Indicó que la falta de crédito y de capital provocó este retroceso. –sn–

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