Sheinbaum evita comentarios mientras Machado recibe Nobel Paz. Sheinbaum guardó silencio y Machado arribó a Oslo para recibir premio.
Por Paola Ramírez | Reportera
La presidente Claudia Sheinbaum dijo que no tenía comentarios sobre el Premio Nobel de la Paz otorgado a María Corina Machado, líder opositora en Venezuela. Al ser cuestionada sobre la ganadora, respondió únicamente “sin comentarios”.
Durante su conferencia de prensa desde Palacio Nacional, reiteró que su posición frente a Venezuela se basaba en la autodeterminación de los pueblos y la no intervención.
María Corina Machado, recién distinguida con el Premio Nobel de la Paz, apareció en Oslo tras meses sin mostrarse en público. La líder opositora logró salir de Venezuela y llegar a Noruega, donde su hija había recibido el galardón horas antes. Su arribo contrastó con versiones contradictorias sobre su paradero y generó gran expectativa entre la comunidad venezolana.
El presidente del Comité Nobel, Jørgen Watne Frydnes, confirmó la llegada de Machado y anunció que lo primero sería reunirse con su familia. Posteriormente, la líder venezolana salió a saludar a simpatizantes que colmaban los alrededores del Grand Hotel. La presencia de Machado provocó aplausos y consignas por una “Venezuela libre” entre los asistentes.
Machado llega a Oslo
A las 2:25 de la madrugada, Machado se asomó al balcón del hotel mientras sonaba el himno venezolano por altoparlantes. Decenas de exiliados cantaron canciones tradicionales y mostraron banderas del país. La escena revirtió la incertidumbre que se había generado días atrás sobre su llegada.
El Instituto Nobel había informado que Machado no llegaría a tiempo debido a un viaje en condiciones de “extremo peligro”. Tampoco estaba claro si ofrecería declaraciones públicas al llegar a Oslo. Su arribo desmintió rumores y confirmó que recibiría el galardón personalmente.
El viaje de Machado se produjo tras meses de ausencia pública y una intensa vigilancia en su país. Su salida hacia Noruega implicó coordinación internacional para garantizar su seguridad. Los movimientos previos generaron especulación mediática sobre la imposibilidad de su traslado.
La presidente Sheinbaum mantuvo su postura de neutralidad y reiteró que México no intervendría en asuntos internos de Venezuela. Su silencio sobre el Nobel se interpretó como una política de no confrontación. La postura oficial subrayó el principio de respeto a la autodeterminación de los pueblos. –sn–


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