Asfaltadora millonaria quedó inservible tras años de abandono municipal. Compra y abandono.

Por Mireya Estrada | Corresponsal                                                

Una asfaltadora adquirida por 53 millones de pesos para atender baches en el municipio mexiquense de Naucalpan fue clasificada como un bien inservible. El equipo formó parte del inventario municipal durante más de una década sin cumplir su función original. La maquinaria terminó desincorporada del patrimonio público tras un acuerdo de Cabildo.

La compra se realizó en 2009 durante la administración encabezada por José Luis Durán Reveles. El entonces alcalde panista ordenó la adquisición con el objetivo de atender el deterioro de vialidades. Sin embargo, en los trienios posteriores la asfaltadora no fue utilizada.

El propio José Luis Durán Reveles reconoció años después que la compra representó un desperdicio de recursos públicos. El equipo permaneció arrumbado durante al menos cuatro años tras su adquisición inicial. La maquinaria quedó almacenada sin mantenimiento en instalaciones municipales.

Predio La Victoria

La asfaltadora fue ubicada en el traspatio del predio La Victoria, en San Bartolo. Ahí permaneció a la intemperie durante aproximadamente 15 años. Las condiciones de abandono fueron constatadas por inspecciones periodísticas recientes.

El equipo nunca fue incorporado de manera formal a programas de bacheo municipales. Las autoridades locales no reportaron registros de operación ni bitácoras de uso. El deterioro progresivo redujo su funcionalidad hasta volverla inservible.

Durante años, el predio La Victoria resguardó la maquinaria sin resguardo técnico adecuado. La falta de uso aceleró el desgaste de componentes mecánicos. El paso del tiempo convirtió el activo en chatarra.

Declaración de inservible

Autoridades municipales realizaron un análisis técnico del estado de la asfaltadora. El dictamen determinó que el equipo ya no podía operar ni repararse de forma viable. La evaluación permitió clasificarla como bien inservible.

Con base en ese dictamen, el Cabildo de Naucalpan sometió el caso a votación. El 3 de octubre se aprobó su desincorporación del patrimonio municipal. La decisión se tomó durante la administración encabezada por Angélica Moya.

La exalcaldesa presidió la sesión en la que se avaló retirar el bien del inventario oficial. El acuerdo permitió iniciar el proceso administrativo correspondiente. La maquinaria dejó de formar parte de los activos municipales. –sn–

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